El ´play-off´ que se inicia mañana con las semifinales entre ElPozo Murcia y Barcelona Alusport será la última oportunidad de ver en acción a Kike Boned (Valencia, 1978), un auténtico referente mundial que cuelga las botas tras una trayectoria repleta de éxitos.

-¿Por qué este adiós cuando ElPozo hubiera renovado a su gran capitán hasta cumplir los 45 años€?

-Es una decisión meditada, que me ha llevado tiempo, tomada desde la reflexión, y con la libertad que me dio ElPozo para que eligiera mi futuro desde la honestidad y la confianza para que siguiera jugando, algo que no es fácil de conseguir. Era el momento adecuado tras 20 años de carrera. Física y mentalmente estoy bien, y me he sentido bien hasta el final, era así como quería dejar el fútbol sala, me voy disfrutando hasta el último día.

-¿No ha dudado ni un momento?

-Conforme se acercaba había incertidumbre por la respuesta de la gente. Agradezco que me intenten convencer para seguir, pero era absolutamente inamovible y estoy convencido. Seguiré ligado al fútbol sala desde otra perspectiva. Han sido 19 temporadas desde que en 1995 debuté con Vijusa. Con todo lo que implica, asumiendo cada vez más responsabilidades, con los sacrificios del deporte profesional. Pero me considero un privilegiado y afortunado por vivir en primera persona lo que me gusta.

-¿Recuerda sus primeras patadas?

-Desde niño he estado ligado a un balón, como cuando veo mis cintas en Súper8 de aquella época en el cauce del Turia, o en el Colegio Agustinos en las extraescolares. Todo estaba ligado al fútbol sala, hasta que esa afición acaba convirtiéndose un día en mi profesión.

-¿En qué momento ocurrió eso?

-No es algo que cambie de un día para otro. Quizá con la salida de Valencia Vijusa para ir al CLM Talavera con 19 años. Estaba estudiando en la Politécnica y era un paso hacia el profesionalismo. Vijusa tenía otro objetivo entonces, la permanencia, y decidí aceptar la oferta del vigente campeón de Europa.

-Dijo en su día en Superdeporte que su debut con el Vijusa era un sueño. ¿Imaginaba lo que vendría después?

-Qué va, qué va. Nunca he sido excesivamente soñador de ponerme metas a largo plazo, y objetivos que parezcan inalcanzables, he sido de vivir el presente. Debuté con Vijusa, ese equipo que veía en el pabellón Marcol cuando se llamaba Distrito 10. Tenía 17 años, y eso era un sueño, pero no te paras a pensar en el futuro. Vas haciendo y creciendo, pero el fútbol sala de ahora no tiene nada que ver con aquel.

-¿Tiene alguna espina clavada de todos estos años?

-A nivel personal ninguna, no me reprocho nada, no tengo un solo pero a 20 años sin lesiones, con victorias, derrotas y títulos. Sí que tengo un sueño, como toda la familia de este deporte, que es verlo algún día en los Juegos Olímpicos. Soy optimista y aunque no podré verlo desde la cancha, es algo que cada día está más cerca. Estoy seguro de que lo veremos en el corto plazo.

-Aún puede decir adiós con su quinto título de Liga, pues mañana empieza el play-off de la LNFS. ¿Sería el broche perfecto a su carrera?

-Ojalá sea así y podamos proclamarnos campeones. Es nuestro objetivo. No por mí ni por mi despedida, sino por ellos, por este grupo que no ha tenido la fortuna de lograr los títulos que se merecía.

-Cuatro Ligas, tres Copas de España, una Recopa de Europa, dos Mundiales, Cinco Europeos€ ¿Con cuál de todos se queda?

-Es difícil echar la vista atrás y elegir, me quedo con cosas de fuera de la cancha, unas experiencias enriquecedoras que tienen más valor que los títulos y las victorias. Estas forman parte del camino pero no creo que sean lo más importante.

-¿Se puede vivir del fútbol sala en la actualidad, o sufre también la crisis como le ocurre al balonmano?

-Este deporte no es ajeno a todas las dificultades de esta época distinta a la de bonanza. Tampoco es comparabla a mis inicios, cuando se compaginaba con los estudios o el trabajo. Pero te obliga a entender lo que es el deporte, a disfrutarlo y a aprovecharlo y saber que un día se acaba y empieza otra cosa.

-Como le sucederá a Kike Boned con el Olimpic Club dentro de poco€

-Sí. Es un club que tiene instalaciones en Murcia, del mismo grupo que ElPozo. Un proyecto bonito e ilusionante, y con recorrido, ya que pretendemos atraer a las escuelas de ElPozo, y prolonga mi relación con el fútbol sala.

-¿Sueña con ser seleccionador nacional en el futuro?

-No me lo planteo por ahora. Primero quiero tomar algo de distancia, desintoxicarme, y verlo con perspectiva, aportar algo desde otro punto de vista y sentirnos cómodos. Después ya veremos de sentarnos en algún banquillo. Por supuesto ser seleccionador es bonito y especial, pero pilla muy lejos aún.

-En 1998 debuta con Javier Lozano en la selección y en 2010 es nombrado mejor jugador del mundo€

-Es una etapa muy bonita, pero un poco como todo. He tenido una carrera deportiva muy redonda, sin sustos y exitosa a nivel de club y selección, pero no por las victorias, y las derrotas, que también están, sino por lo que he vivido y que me ha enriquecido en lo personal en todos los sentidos. Más visible a nivel de selección porque ha sido la locomotora de nuestro deporte.

-¿Cuál es su mejor recuerdo de sus 180 partidos internacionales?

-Las finales, por supuesto, por el contexto y por lo que significan también en cuanto a resultados y por lo difícil de repetirlas. He tenido la fortuna de vivir las dos finales ganadas, y las dos que perdimos, con un 50 por ciento de títulos.

-¿Habrá otro Kike Boned y otra selección como aquella en el futuro?

-Aquella seguro que no volverá, pero habrá éxitos y selecciones buenas, seguro que saldrá otra generación perfecta. Siempre ocurre. Las cifras y los récords están para superarlos, pero como la primera no habrá ninguna igual. Y he tenido la fortuna de vivirla.

-¿Qué le frenó para aceptar el pasado año una oferta e irse a Japón?

-En trece años en Murcia he tenido ofertas importantes que avalan mi trabajo y hacen que merezca la pena. Las agradezco y escucho todas, pero estoy feliz en Murcia. La de Japón proponía un cambio de rumbo en lo personal, una aventura diferente, con un proyecto que iba más allá del jugador. Pero creo que tomé la decisión acertada.

-Padre de mellizos (Martín y Carolina) y otra recién nacida (Olivia), ¿aceptaría que quisieran emularle?

-Ojalá. Que hagan lo que les apetezca y les haga felices y yo estaré contento de explicarle. Que disfruten, como les digo a los chavales, pero ante todo que compaginen deporte con formación, es fundamental no dejarlo de lado. Ferran Adrià y Eduard Punset hablaban de que ponerle pasión a las cosas es lo que llena la vida. Pues eso mismo.

-¿Qué le parece que Valencia vuelve a tener un equipo en la élite, tras el ascenso del Levante UDDM?

-Desde mi etapa en Vijusa y Valencia estaba deseando que ocurriera. Valencia debe tener fútbol sala en Primera División. Me alegra, y ojalá tenga un proyecto tan serio y sólido en la élite y puedan consolidarlo. Le doy la enhorabuena a Quico Catalán por su apuesta que viene de lejos. Apuntalándolo todo un poco desde la honestidad y con pasos cortos, estoy seguro de que lo harán bien.

-¿Que recuerda del Vijusa?

-Fueron dos etapas diferentes. En la primera era un chaval de 17 años, luchábamos por mantenernos, aún estaba en el colegio y jugar en División de Honor era un aprendizaje constante, yo era una esponja. Luego el debut con la selección, muchas emociones y sentimientos acelerados. La segunda época fue diferente, los problemas económicos en el Talavera me hicieron escuchar ofertas de equipos grandes, pero preferí el Valencia de Miki,con muchas ganas de hacer las cosas bien, y que acababa de subir a Primera. Ese año hicimos historia como subcampeón de Liga y llegando a la semifinal de Copa.

-¿Aún le duele su polémica salida?

-No. El tiempo lo cura todo, no tiene sentido ya. Las circunstancias hicieron que todos nos equivocáramos. Mi contrato ponía que podía salir libre a ElPozo, como así se produjo. Está todo olvidado, no hay que darle más vueltas a aquello. Estoy agradecido a aquella etapa.

-¿Valenciano o murciano? Tiene distinciones de ambas ciudades€

-En Valencia nací, tengo a mi familia y amigos, es donde veraneo, y donde están mis raíces y mi infancia, pero en Murcia conocí a mi mujer, he tenido a mis hijos, y a nivel deportivo ha sido lo máximo. Valenciano de nacimiento y murciano de adopción. Es bonito que se acuerden de uno, y más que lo hagan tantos años después. Pero yo relativo las distinciones individuales en un deporte de equipo. Aunque se agradecen.