El central internacional de la selección española de balonmano, Joan Cañellas, del Pick Szeged húngaro, lleva casi un mes de confinamiento en Szeged (Hungría) porque su club decidió que los jugadores extranjeros no se marcharan a sus respectivos países para tenerlos "controlados".

"El club prefirió que no marchásemos a casa porque quería tenernos controlados aquí", dijo Cañellas, de 33 años.

El jugador de Santa María de Palautordera (Barcelona) lo ha ganado casi todo en el balonmano tanto a nivel de club como de selección, ya que con España ha sido campeón del mundo (2013) y doble campeón de Europa (2018 y 2020).

Aunque en principio no era obligatorio en Hungría, el central decidió confinarse voluntariamente desde el primer día que se paró la competición y los entrenamientos.

"Creo que aquí llegaron tarde en las medidas porque no fue hasta finales de marzo cuando se declaró la situación de emergencia y hasta ese momento se hacía vida casi normal y yo entendí que era un riesgo", afirmó en declaraciones publicadas en la página web del Pick Szeged.

Todos los jugadores de la plantilla fueron sometidos a pruebas y dieron negativo.

"Catorce jugadores de la plantilla no somos húngaros y en el caso de retornar a la competición iba a ser difícil volver desde nuestros países", comentó.

La liga húngara se ha dado por finalizada sin proclamarse campeón ningún equipo. En el caso del Veszprém y el Szeged, que están en la Liga de Campeones, esperan la decisión de la Federación Europea (EHF) sobre si se reanuda o no esa competición.

Los octavos de final están previstos para el 3 y 6 de junio. El Szeged está emparejado en esa eliminatoria con otro exequipo de Cañellas, el Vardar Skopje de Macedonia.

La situación familiar también era una cuestión complicada para el jugador español. Casado con Patricia Díaz-Hellín, doctora en Microbiología y Gestión de Calidad en Industria Agroalimentaria, tienen dos hijas: Martina, de cuatro años y Adriana, de diez meses.

"Viajar era complicado y, además, no tengo casa en Barcelona y hubiese tenido que ir a casa de mis padres", por lo que era mejor quedarse en Hungría. "La guardería la tenemos en casa; todo es más fácil", dijo.

El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 plazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021 ha sido algo que Cañellas esperaba.

"Ha sido una lástima porque llegábamos después de haber ganado el Europeo y en un buen momento de forma. Somos un equipo veterano, con algún jugador que se iba a retirar tras los Juegos y tendremos que seguir en forma un año más hasta entonces. Ya veremos qué pasará", subrayó.

Cañellas seguirá un año más en Hungría tras acordar su renovación con el equipo magiar hasta el 30 de junio de 2021.

"Creo que he tomado la mejor decisión desde mi perspectiva y la de mi familia. Los niños están contentos, la guardería es excelente y mi esposa también tiene muchos amigos en el equipo. Ella ha tenido un papel importante en mi decisión porque también quería quedarse", destacó.