CIRUGÍA PLÁSTICA

Reducción mamaria: más allá de un problema estético que afecta a la calidad de vida

El dolor de espalda postural es la causa detrás de la mayoría de las intervenciones en España

Reducción mamaria: más allá de un problema estético que afecta a la calidad de vida

Reducción mamaria: más allá de un problema estético que afecta a la calidad de vida / Freepik

En España se realizan cada año más de 400.000 intervenciones de cirugía estética, según los datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). La mayoría de las operaciones se practican a mujeres, que representan el 83,4%. 

Entre las intervenciones que han experimentado un mayor incremento en los últimos años han sido la braquioplastia, que es un lifting para eliminar la flacidez de los brazos.

Se trata de un 'retoque' estético que no requiere de anestesia general y cuya recuperación va de los 15 a los 30 días. Seguida de la elevación de mamas, la blefaroplastia, que sirve para corregir los párpados caídos, y la reducción de mamas.  

Y es que, esta última además se sitúa como la tercera cirugía más solicitada entre las mujeres. El dolor de espalda postural es la causa detrás de la mayoría de las intervenciones en España. Y no tanto por la influencia de algunas famosas o de las tendencias de moda.

El doctor César Casado explica que, "frente a la creencia habitual de que el dolor de espalda de las mujeres con el pecho grande se debe al peso de este, el motivo principal hay que buscarlo en las medidas posturales que adoptan para disimularlo”.

  • “Unas medidas de encorvamiento que son las que generan las molestias, sobre todo en las zonas cervical y dorsal alta. Si fuera por el peso, los hombres con una masa muscular elevada en los pectorales padecerían el mismo dolor".

No solo por dolor de espalda

Además, indican desde SECPRE, otras razones por las que las mujeres se someten a una reducción de pechos son:

  • Aparición de eccemas o de intértrigo (inflamación de la piel en los pliegues de este) en los surcos submamarios (la parte inferior del pecho, donde se junta con el comienzo del vientre).
  • Excesiva presión.
  • Marcas acusadas de los tirantes del sujetador en los hombros o las dificultades para hacer ejercicio físico.

Por eso, hablamos de una intervención médica a la que se someten mujeres de franjas de edad muy variadas y que llega incluso a alcanzar “a pacientes de más de 60 años, a diferencia de los aumentos de mama, que se concentran, sobre fotos, en los tramos comprendidos entre los 18 y 44 años”. 

De ahí, que la mayoría de las pacientes llegan a las consultas de cirugía estética derivadas por sus médicos de atención primaria o especialistas, como traumatólogos o reumatólogos. No obstante, aunque es poco habitual, también hay mujeres que precisan de esta intervención por otro problema: hipertrofia mamaria virginal.

Es un problema que la cantante Ruth Lorenzo ha desvelado que ella misma padece. Consiste en un crecimiento anormal de los pechos, lo que le ha obligado en algunas ocasiones a tener que ponerse hasta tres sujetadores.

Por eso, ya se ha tenido que someter a dos intervenciones, y se plantea volver a pasar por quirófano para realizarse una reducción mamaria. Este problema, poco usual y benigno, ocurre durante la adolescencia, en mujeres que aún no han dado a luz.

Algunos implantes mamarios pueden producir linfoma anaplásico de células grandes (LACG)

Algunos implantes mamarios pueden producir linfoma anaplásico de células grandes (LACG)

Reducción de pechos: en qué consiste

Durante la operación de reducción de mamas, se extirpa partes de la glándula mamaria y de grasa, y se procede a la recolocación del tejido sobrante. Es habitual que se aproveche que la paciente pasa por quirófano para realizar una elevación del pecho, “cuyo objetivo es la reubicación de las areolas y los pezones”. 

La reducción de pechos durante entre dos y cuatro horas, con anestesia general y con un “posoperatorio cómodo e indoloro al no afectar en ningún momento en los músculos pectorales”. 

Por su condición de intervención quirúrgica, las pacientes deben asegurarse de que la reducción mamaria se realice exclusivamente en un quirófano de un centro hospitalario o una clínica. También hay que cerciorarse que el profesional que se la practique tenga la correspondiente titulación oficial de especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, cuya obtención requiere, entre otras cosas, un periodo de residencia de cinco años.