Investigación policial

Golpe contra los 'narcos' que nutrían de hachís a varios clanes afincados en Cataluña

La Guardia Civil llevaba desde 2019 investigando diversos grupos criminales de traficantes, o clanes locales, afincados en Cataluña que compartían un proveedor

Guillem Sánchez

La organización criminal había movido esa madrugada del 30 de agosto a una veintena de 'rescatadores' –el sobrenombre que reciben los hombres que los narcotraficantes usan para descargar fardos de hachís de las 'narcolanchas'– hasta el puerto industrial de Vallcarca, un muelle en desuso de Sitges. Esa noche se llevaba a cabo una operación importante, quizá la más ambiciosa acometida por esta banda hasta la fecha: esperaban un cargamento de 4,5 toneladas de hachís que una semirrígida había transportado por mar directamente desde Marruecos, una cantidad de droga que en el mercado negro podía superar los cinco millones de euros. Pero algo salió mal.

La Guardia Civil, que sospechaba lo que podía ocurrir, había desplegado en la zona un dispositivo de vigilancia. En cuanto los 'rescatadores' terminaron de descargar la droga de la narcolancha y cargarla en tres vehículos –un todoterreno, una furgoneta y un camión–, una tarea que terminó casi al amanecer, los agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) –la unidad de élite del instituto armado, un grupo similar al GEI de los Mossos d’Esquadra o al GEO de la Policía Nacional– se abalanzaron sobre ellos. La irrupción logró arrestar a la mayoría de implicados, aunque otros consiguieron huir. Entre estos, tres traficantes, los supuestos cabecillas, a bordo del camión.

El vehículo logró llegar hasta la carretera C-31, en dirección norte, hacia Castelldefels. Tuvo que ser frenado por el GAR, cuyos agentes lanzaron una ristra de pinchos contra sus ruedas delanteras, lo que provocó que el vehículo pesado se quedara sin neumáticos y su morro entrara en contacto con el asfalto. Se deslizó 200 metros contra la valla de la carretera y, durante la lenta frenada, los tres ocupantes saltaron para tratar de escapar, pero también fueron detenidos. Entre estos, se encontraba el único español del total de 17 hombres arrestados en el operativo. El resto eran todos de Marruecos.

Eran en su mayoría jóvenes residentes en Salt (Girona), un municipio que presenta una de las proporciones más altas de población migrada de Marruecos en Cataluña, y que no estaban fichados por las autoridades. Los investigadores sospechan que la banda los había 'contratado' para llevar a cabo el desembarco de este alijo de hachís, uno de los más importantes.

La narcolancha, que para trasladar casi 5 toneladas de hachís desde Marruecos y hasta Sitges, tuvo que disponer de una eslora de una docena de metros y de 3 o 4 motores potentes, pudo ponerse en marcha y huir por mar. A bordo no solo traía hachís, también había un menor de edad que la organización se había prestado a traer de Marruecos previo pago de su familia para que entrara irregularmente en territorio español.

52 detenidos

La Guardia Civil llevaba desde 2019 investigando diversos grupos criminales de traficantes, o clanes locales, afincados en Cataluña que compartían un proveedor. Algunos de ellos estaban en Figueres, otros en Mataró y otros en Vilafranca del Penedès. A lo largo de estos cuatro años, los policías han ido asestando golpes puntuales contra estos que han permitido comenzar a tirar del hilo para descubrir quién les estaba vendiendo la droga que después ellos revendían directamente a los consumidores.

Así se produjeron dos intervenciones contra bandas de traficantes de Mataró en marzo y mayo de 2022 –diez detenidos y 210 kilos de hachís intervenidos–, una en Figueres en junio de 2022 –cinco detenidos y 270 kilos de hachís intervenidos– o dos en Tarragona y Vallirana (Barcelona) en agosto de 2022 –dos detenidos–.

La operación de Figueres permitió detener a un policía local de la población que se encontraba en prácticas, tal como explicó la periodista Anna Punsí. Se trata del hermano del máximo responsable del grupo de traficantes de la capital del Alt Empordà.

La investigación 'Rescatada’ comenzó en 2019 cuando se sorprendió en Valencia a un vehículo procedente de Cataluña que transportaba 500 kilos hachís por la AP-7. Bajo la tutela de un juzgado de Sagunto, los investigadores pusieron la lupa finalmente sobre los tres jefes del grupo que, supuestamente, estaba abasteciendo de hachís a esos distintos grupos de traficantes. Los mismos que intentaron huir por el camión hacia Castelldefels el pasado 30 de agosto.

A lo largo de estos cuatro años han terminado siendo arrestadas 52 personas, una treintena de los cuales han ingresado en prisión.

Un problema "acuciante"

El general José Luís Tovar, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, ha recordado este miércoles desde la comandancia de Sant Andreu de la Barca –desde donde se ha informado de la operación 'Rescatada'– que los traficantes usan cada vez más la costa catalana para descargar hachís porque consideran, debido al aumento de presión policial que se lleva a cabo por parte de los cuerpos estatales en la costa andaluza, que se trata de una zona "menos comprometida". Se trata de una realidad "acuciante" y "preocupante" sobre el que la policía está encima, ha prometido el delegado del gobierno, Carlos Prieto, que ha subrayado que en esta última operación de Sitges se han intervenido dos armas largas consideradas de guerra.

"No son armas que pretendan usar contra la policía sino para defenderse de 'vuelcos' –ataques de una banda rival que pretenda quedarse con su mercancía– pero nosotros estamos en medio", ha razonado Tovar, en alusión a la creciente violencia que entraña la presencia de estas bandas en Cataluña.

El capitán Juan Carlos Rodríguez Cuartero, a cargo de la investigación que ha permitido intervenir la droga en Sitges, ha asegurado que con este operativo se da por desmantelada la estructura que estaba nutriendo de hachís a estos grupos de traficantes esparcidos por el territorio catalán.