Victoria balsámica y muy meritoria la obtenida por el Valencia Basket en el Palacio de los Deportes de Murcia por 68-81. La primera del equipo en la Liga Endesa y que sirve para dotar de tranquilidad al nuevo proyecto después de un irregular inicio de temporada. Pese a las cinco bajas tras la última lesión de Louis LabeyrieLouis Labeyrie, el equipo de Jaume Ponsarnau mostró una solidez hasta ahora desconocida y que fue determinante para superar al UCAM Murcia junto al excepcional encuentro de Will Thomas. Algo en lo que también tuvo gran parte de culpa el técnico de Tàrrega, que supo manejar a la perfección una rotación profesional de ’sólo’ nueve jugadores.

Buen inicio del Valencia Basket, cuyo parcial de 0-6 en los primeros dos minutos le permitió dominar el marcador durante todo el partido. Se acercó Murcia aprovechando el especial cuidado que debían tener los taronja en el juego interior con sólo tres hombres disponibles (Dubljevic, Will Thomas y Doornekamp), pero nunca logró obrar la remontada (11-11; min. 7). Es más, a partir de ese instante fueron los de La Fonteta los que mejor entendieron el encuentro liderados por Will Thomas. Desde la defensa ‘secaron’ a su rival, corriendo y anotando en transición a la mínima oportunidad (13-20; min. 10).

El segundo cuarto arrancó con el extaronja Alex Urtasun ‘on fire’ intentando despertar a los suyos. Los locales se acercaban (22-25; min. 12), pero emergió nuevamente Will Thomas para devolver la solidez y la consistencia al juego del Valencia Basket. El equipo de Jaume Ponsarnau se sentía cómodo cada vez que podía salir al contraataque, pero sufría mucho más en estático. Varios errores es esas lecturas permitieron al UCAM Murcia volver a llamar a la puerta de la remontada (29-31; min. 16). Por si fuera poco llegaba también la tercera falta de Doornekamp, otro hombre que también estaba siendo clave en el choque.

Ponsarnau ni se inmutó y decidió mantenerle en pista. Entre otras cosas porque no tenía más opciones en ese momento. Una decisión providencial porque cinco puntos consecutivos del canadiense, junto con las buenas decisiones ofensivas de Will Thomas, permitieron al Valencia Basket volver a distanciarse en el electrónico antes de llegar al descanso (31-42; min. 20). Por entonces, pese a la renta, algunas decisiones arbitrales comenzaban a resultar cuanto menos extrañas.

Apenas cambió el escenario tras el paso por los vestuarios. El conjunto taronja dominaba el juego desde la defensa, aunque ahora le costaba algo más producir. El recurso, en este caso acertado, fue responder a las canastas del equipo de Javi Juárez desde la línea del 6,75 (35-48; min. 23). Llegaba entonces la cuarta falta de Doornekamp y a Ponsarnau no le quedaba otra que aguantar casi todo lo que quedaba del cuarto con Dubljevic y Will Thomas como pareja interior.

Auténtico recital el ofrecido por el de Baltimore, con el que por cierto Damjan Rudez aún debe estar soñando en el poco tiempo que estuvo en pista emparejado con él (46-60; min. 28). Llegó entonces otra de esas incomprensibles decisiones arbitrales con una inexistente falta de pie de Sastre sobre el triple de Rojas. Una jugada que costó cuatro puntos y que pudo haber costado muy cara después de que el cuadro local rebajara la renta hasta los ocho puntos (52-60; min. 29).

La inercia era muy peligrosa, pero ahí estaba de nuevo Will Thomas para mantener a flote en ataque al Valencia Basket (56-69, min. 32). El oxígeno estaba cada vez más justo y el equipo taronja era consciente de que aguantar la ventaja sería determinante de cara a los minutos finales. Con esa hoja de ruta en la cabeza se desenvolvieron los de Ponsarnau sobre la pista en las siguientes jugadas, esperando su oportunidad para finiquitar el choque. Esta llegó tras dos buenas defensas que desembocaron en sendos triples de Van Rossom y Matt Thomas (61-77; min. 35). El partido había quedado visto para sentencia.