El Valencia Basket hizo los deberes ante el Zenit San Petersburgo (97-89) en el que fue uno de los encuentros más serios y consistentes de los taronja en la presente temporada. Continúa prolongando así las buenas sensaciones mostradas ya el pasado sábado ante el MoraBanc Andorra y que le permiten asegurar el liderato del grupo C de la Eurocup trsa la derrota del ASVEL ante el Partizan. El partido además, que tuvo otras dos noticias relevantes.

La primera fue, evidentemente, el regreso de Antoine Diot a las pistas tras 433 días sin disputar un partido oficial. Al base francés se le vio, como es lógico, falto de ritmo pero, sobre todo, muy nervioso ante una afición que no dejó de aplaudirle y animarle en cada momento. Al final sólo jugó cuatro minutos, los primeros del segundo cuarto.

La mala noticia, por contra, fue la lesión de Bojan Dubljevic en el ecuador del último cuarto. El pívot montenegrino cayó al suelo en un salto con tan mala fortuna que apoyó mal el pie izquierdo y se hizo daño. Tanto que tuvo que retirarse al vestuario cojeando y sin poder apoyar esa pierna. Habrá que esperar a este miércoles para, una vez se le realicen las pruebas oportunas, conocer el alcance exacto de una lesión que apunta al tobillo. Probablemente un esguince.

Empezó fuerte el Valencia Basket, y eso ya es noticia teniendo en cuenta lo mucho que le venía costando al equipo coger el ritmo de inicio en los últimos partidos. Consistente en defensa, Van Rossom dotó de un enorme criterio al juego ofesivo del equipo para desarbolar al Zenit en un abrir y cerrar de ojos (15-4; min. 4).Pese a que la superioridad interior era notable con Dubljevic y Will Thomas, fue desde el 6,75 desde donde llegó la mayor producción en estos primeros compases.

A Vasily Karasev no le quedó otra que parar el encuentro para ajustar líneas y, sobre todo, pedir una mayor intensidad a sus hombres. Lo logró a medias, sobre todo porque el quinteto dispuesto por Ponsarnau con Doornekamp, Rafa Martínez, Dubljevic y Will Thomas junto al base belga estaba rindiendo a gran altura (21-10; min. 7). Sin embargo, con la entrada de la segunda unidad comenzaron los problemas para los locales. Sin Van Rossom en pista el juego perdió fluidez en ataque, la defensa se resintió con la pérdida de su quinteto más físico y el Zenit lo aprovechó para comenzar a recortar las diferencias (27-24; min. 11). El parcial era ya por entonces de 6-14.

Con Diot en pista desde el inicio del segundo cuarto, el equipo no terminaba de encontrarse cómodo en pista. Tampoco el francés, al que es evidente que le falta mucho ritmo de competición y al que los nervios tras tanto tiempo sin jugar le jugaron una mala pasada. Matt Thomas acudió al rescate (32-25; min. 12), pero sólo fue de manera puntual. Estaba claro que sin Van Rossom en pista el partido era otro, entre otras cosas porque el listón físico que ahora estaba imponiendo el cuadro ruso necesitaba de otra respuesta contundente (34-34; min. 14).

Así lo entendió también Jaume Ponsarnau, que poco a poco fue dando entrada de nuevo a su quinteto más fiable en el choque. La consecuencia directa fue un Valencia Basket otra vez superior a su rival en prácticamente cada aspecto del juego, lo que permitió irse al descanso con una cómoda renta (47-40; min. 20).

Esa inercia continuó tras el paso por los vestuarios, con Matt Thomas y San Emeterio acompañando al tridente mágico taronja (Van Rossom, Dubljevic y Will Thomas). Ta vez, sin embargo, Ponsarnau apuró al máximo para hacer cambios (70-59; min. 28). No fue hasta que faltaban 1:49 para el final de tercer cuarto hasta que dio entrada a Guillem Vives y Mike Tobey. Luego entrarían Abalde, Doornekamp y Labeyrie (74-62; min. 30).

En esta ocasión el equilibrio en las rotaciones era mayor, y eso permitió a los taronja aguantar un poco más antes de volver a recomponer el equipo (77-70; min. 34). Todo parecía encarrilado hasta que llegó la lesión de Bojan Dubljevic (79-70; min. 35). El equipo acusó el golpe aunque supo mantenerse lo suficientemente serio como para sellar su séptima victoria en la Eurocup y asegurar el liderato del grupo C.