A la espera de que se haga efectivo el pago de la cláusula de Alberto Abalde, el club trabaja ya en la búsqueda de su sustituto (Jonathan Barreiro es una de las opciones que más gustan, pero también en las otras posiciones que faltan por reforzar y que van muy condicionadas por la continuidad o no de Quino Colom.

El Valencia Basket trabaja con la idea de tener cinco cupos en una plantilla de 14, por lo que en caso de cumplir el andorrano el año de contrato que le resta en la plantilla, faltaría un jugador nacional para tener margen en caso de lesiones a lo largo de la próxima temporada.

La continuidad de Guillem Vives, la renovación de Van Rossom y el fichaje de Martin Hermannsson le dejan de partida como cuarto base en los planes de Jaume Ponsarnau y Quino Colom. Eso sí, de momento no hay acuerdo alguno entre club y jugador para rescindir el contrato y tanto una parte como la otra están a la espera de la evolución del mercado, sin descartar que pueda cumplir el año que le resta de contrato.

Con él, Guillem Vives, Joan Sastre y San Emeterio (el club ya da por perdido a Alberto Abalde) el Valencia Basket cuenta con el mínimo de cuatro cupos obligados para una plantilla de al menos 12 jugadores en la Liga Endesa. De ahí que solo faltara el fichaje de un nacional para cumplir con la planificación inicial de la próxima plantilla, aunque podrían ser dos en caso de que finalmente Quino salga del club.

Sin el andorrano en la plantilla, al Valencia Basket le faltaría un alero, un '3-4' para suplir a Doornekamp (por el que no igualarán la oferta del Iberostar Tenerife) y un 4-5 para completar un juego interior en el que ya están Mike Tobey, Bojan Dubljevic, Derrick Willliams y Louis Labeyrie. En caso de que Colom continuara en la plantilla, habría que renunciar a uno de estos perfiles y apostar por un '3' y un jugador polivalente que pudiera jugar de interior.