Y así lo demuestra con algunos mensajes que ha enviado a sus amigos, como el siguiente: «Espero que podamos disfrutar de un Valencia grande». Es la apuesta de Braulio, como la temporada anterior cuando él siguió varios entrenamientos suyos en el anexo del José Zorrilla. Siempre le ha gustado «muchísimo», repite una y otra vez. Quiere estar cuanto antes en la ciudad de Valencia. No les parecía ético negociar su contrato sin conocer la decisión de Valverde, pero eso, según ha podido saber SUPER, no va a ser ningún problema para ver al serbio dirigiendo al equipo. Han sido varios años trabajando con la ilusión de dirigir al Valencia y está cada vez más cerca de lograrlo.

Djuka no tiene previsto dejar Valladolid hasta que su agente, Carlos Bucero, le comunique que tiene que firmar. Entre Braulio y el técnico se fraguó una buena amistad por la admiración de su juego, en los informes técnicos realizados por la Dirección Deportiva siempre se ha destacado su «buen gusto» por jugar a fútbol, con una fórmula atrevida (ha llegado a jugar con dos mediocentros ofensivos varios partidos), tiene personalidad y siempre habla claro dentro y fuera del vestuario. Eso le ha llevado a lograr «el milagro», como califican en Valladolid la permanencia del equipo en la Liga BBVA, a quién varios técnicos consideran la peor plantilla del campeonato.

En las últimas semanas, viendo que Valverde posponía la decisión, se habló informalmente con el técnico serbio, muy ilusionado con la idea. A grandes rasgos se le comentó la idea que se tiene respecto a los futbolistas transferibles y a pesar de ello, Djukic insistió en que aún así el Valencia seguirá teniendo un equipazo. Una vez se cierre su fichaje se reunirá con Braulio para perfilar la lista completa y resolver casos individuales con los que hay dudas a día de hoy, y valorar paralelamente el asunto de los fichajes, tras lo cual el entrenador tendrá unos días de vacaciones en los que seguirá conectado.

Y una vez se alcance un acuerdo con el entrenador, el Valencia deberá llegar a un acuerdo con el Valladolid porque hay una penalización de salida „firmó tres años, pero a la conclusión de cada una de las dos primeras temporadas, las dos partes pueden salir abonando una pequeña indemnización„ pero no se esperan problemas, incluso podría entrar a compensar esa cantidad algún futbolista. La ilusión de Djukic puede con todo, hasta la tristeza de Braulio por la marcha de Valverde, al que considera otro «entrenador increíble», pero hay que mirar al frente, y ahora el futuro es Djuka. Braulio y Amadeo Salvo, que hoy volverán a conversar, llegaron al consenso de que el mejor sustituto si el Txingurri no seguía era el técnico del Valladolid, que ya cuenta las horas para subirse a su vehículo y venir a Valencia a firmar. Tras varios años ha llegado su momento y el serbio no lo quiere desaprovechar, se siente preparado porque se lo ha ganado con trabajo y resultados, por eso confía en ver a un Valencia grande.