"Si te pones a mirar los jugadores que hay en la plantilla, es un equipo que puede pelear para estar tercero o cuarto perfectamente". Son palabras de Vitolo, internacional español y uno de los futbolistas franquicia del Sevilla, rival este domingo del Valencia CF. Declaraciones tras la derrota en Borussia Park que dejó al Sevilla sin Champions pese a tener una de las plantillas más talentosas y equilibradas de la Liga. Y es que la entidad hispalense ha armado un equipo de presente —y con mucho futuro— para consolidarse en la élite y triunfar en el Viejo Continente más allá de la Europa League. Un proyecto armado bajo la batuta de Monchi —se ha sacado de la chistera otra renovación de la plantilla con el saldo de fichajes en positivo— y con el beneplácito de Unai Emery.

Un Sevilla cuyo potencial no acaba de explotar esta temporada, más allá de los fogonazos de algún futbolista con la genialidad en la sangre, y que trata de encontrar su mejor versión al calor del Sánchez Pizjuán. El estadio que vio ganar 23 de los 29 partidos disputados en Nervión el curso pasado y que ahora anda en busca de una identidad que dio resultados en forma de títulos.

Cimientos por construir

El Sevilla ha vuelto a ser protagonista en el mercado de fichajes. Y por ahora lo está pagando. El equipo se ha resentido por la pérdida de tres pilares sobre los que se asentaba y los nueve jugadores que se han incorporado a la plantilla , capaces de dar un salto de calidad al Sevilla, aun no han adquirido los trazos competitivos de un equipo que aplastaba en la partida física. El Milan dejó 30 millones en caja pero arrebató al Sevilla uno de los ‘pistoleros’ más efectivos de los últimos años: Carlos Bacca. Gameiro ha tomado su relevo, pero no su nivel.

A Sevilla han llegado Llorente y Ciro Immobile. Delanteros de altura que todavía no se han asentado en Nervión—suman cuatro goles entre los dos— víctimas también por la irregular dinámica hispalense. En el centro del campo se marchó Mbia, que encarnaba el espíritu luchador y agresivo de los valores sevillistas. Sacrificio, intensidad, fuerza y recorrido. Cadenas del ADN del Sevilla que ahora se observan en N’Zonzi y Krhon-Dheli, futbolistas de total garantías.

Problema central

El desequilibrio de Aleix Vidal valió 15 millones. Dinero reservado ya que Konoplyanka llegó libre y está cumpliendo las expectativas, como así lo pueden certificar Madrid y Barcelona, que sucumbieron en Nervión. A Kakuta le están amargando las lesiones. Y en los refuerzos en la zaga está la debilidad.

Andreolli se ha lesionado para todo el año; Ferreira no ha sido capaz de relegar al capitán Coke y Rami está lejos del nivel de Pareja o Carriço, bastiones en el dique seco de una zaga que está haciendo aguas con 34 goles recibidos —casi dos por partido— y que concede más remates que nadie en Primera. Problemas que Emery puede solucionar si encuentra la tecla que hizo al Sevilla campeón en Europa.