-Si pudiese volver atrás en el tiempo, ¿volvería a poner a Batshuayi pasado de peso y recién llegado en el primer partido de la Liga?

-Voy a intentar ser preciso.

-La pregunta tiene mala leche...

-No, no, no... porque voy a intentar responderla. Primero, el tema del peso es una norma establecida junto al preparador físico y el nutricionista, ellos después de unas pruebas consideran que hay unas medidas de grasa ideales para cada jugador. A los futbolistas con un nivel de grasa se les establece un plan objetivo para en una determinada fecha llegar al nivel. En ese proceso, yo, en mi trayectoria profesional, nunca he preguntado a mi preparador físico o al nutricionista cuánto pesaba o en qué niveles de grasa está un futbolista para jugar. Unimos que Michy, igual que ocurrió con Gameiro, aunque Gameiro sí había hecho pretemporada, y lo mismo que Guedes, que no había hecho pretemporada. Pues bien, los pongo minutos, cuando realmente Michy empieza a jugar de titular es después del periodo de descanso, del primer parón. El día del Atlético de Madrid Gameiro y Michy jugaron 15 o 20 minutos. Nosotros por aquel entonces no teníamos ni a Cheryshev ni a Guedes y con el ánimo de ganar en los últimos 15 o 20 minutos pusimos a Rodrigo en banda izquierda, con el único ánimo de ganar. Luego fuimos a Barcelona a jugar con el Espanyol y no jugó. Luego fuimos al campo del Levante y tampoco fue titular.

-¿Eso pudo contribuir a que el vestuario se desordenara? La temporada anterior usted puso mucho énfasis con el peso y se notó, con usted los jugadores están más finos, es una realidad. Algunos parecen ciclistas.

-Desde mi punto de vista no, porque hay un proceso para llegar a los niveles que los especialistas en la materia consideran que son los ideales de rendimiento, y tanto Michy como otros futbolistas tuvieron ese proceso hasta llegar en fecha. Se van marcando unos plazos y unos objetivos a cumplir, y en esos plazos hubo un cumplimiento como de otros jugadores. Yo nunca he preguntado por el peso o por los niveles de grasa a la hora de hacer una alineación , y hay unas normas de régimen interno que son las que marcan la disciplina del grupo, y en ese apartado persisten las mismas pautas que la temporada pasada.

-No han cambiado esas normas, usted no ha levantado el pie...

-No. A ver, yo puedo levantar el pie o no depende de mi interpretación, en cuanto a la exigencia futbolística, el resto de situaciones no las domina el entrenador. No hablo del tema del peso con los jugadores, y con mis colaboradores en momentos puntuales. Yo no puedo estar pendiente del peso, para mí es un tema absolutamente secundario, sobre todo en esta vorágine de partidos, porque en lo que estoy es en que el equipo rinda, en buscar soluciones de mejor rendimiento y análisis de los rivales porque cada tres o cuatro partidos, tengo trabajo suficiente. Si tuviésemos un partido a la semana para mí sería un alivio tremendo, no tengo tiempo para dividir o prestar atención a cosas que yo no considero prioritarias porque hay otros compañeros de mi cuerpo técnico en los que confío plenamente en cuanto a su valía y seguimiento de esta situación.

-¿Todos los jugadores han acabado dentro de los parámetros?

-Yo creo que sí, y si no saben lo que tienen que cumplir. Y a lo mejor en diferentes momentos de la temporada hay ligeros desfases que se corrigen.