Valencia y Málaga están cada vez más cerca de la fumata blanca. El traspaso de Joaquín parece cuestión de días tras aparecer una nueva baza en la negociación: los pluses por objetivos que ofrecen los andaluces. Éstos, que dependerían de los goles marcados o los partidos disputados por el ´Pisha´ en La Rosaleda durante los próximos tres años, así como de una hipotética clasificación europea de los blanquiazules, pueden colmar las aspiraciones económicas de los responsables del conjunto de Mestalla, quienes quieren sacar entre 4,5 o 5 millones de euros por el interior derecho.

La fórmula aún está por definir. Por eso, no en vano, el gerente de la entidad de Martiricos tiene previsto ponerse hoy nuevamente en contacto con las oficinas valencianistas. Aún así, la idea está clara. La cantidad fija del traspaso sería de 3,5 millones, mientras que otros 1,5 estarían a expensas del rendimiento que dé Joaquín y su nuevo equipo en el futuro. El acuerdo del ´nuevo rico´ de la Liga BBVA con el jugador está cerrado, a razón más de 2 millones netos hasta el 30 de junio de 2014.

Esta nueva propuesta no es más que la confirmación de la apuesta de los malaguistas por el ´Pisha´. Pero también puede que sea la última que hagan, si Llorente y compañía no la aceptan. El jeque Al-Thani ha aportado mucho dinero fresco a las arcas del club, de la misma forma que ha dado órdenes que no se gaste alegremente; la negociación por Toulalan, enquistada desde hace un par de semanas por las peticiones del Lyon, lo demuestran.

El interior derecho ha sido el primero que ha instado a los andaluces a acelerar los contactos. Desde un primer momento, tanto él como su agente, Eduardo Espejo, dejaron claro que querían evitar a toda costa un culebrón, como el que protagonizaron ambos en el verano de 2008, cuando reclamaron en vano el aumento de sueldo prometido y barajaron después la posibilidad de forzar su salida.

La pelota está ahora en el tejado del Valencia. Es hora de decidir definitivamente si se apuesta por la continuidad de Joaquín o por su venta al Málaga. Por un lado está la oferta de renovación a la baja. Por otro, el temor fundado de que el futbolista la rechace —como ya ha reconocido éste a su círculo más privado— y que se marche al final del próximo curso con la carta de libertad bajo el brazo. Además, en la balanza también pesan, y mucho, los 1,8 millones netos, 3 brutos, que cobra el de Puerto de Santa María de ficha. Un dinero que se ahorraría el club y acabaría de amortizar el traspaso.