En un partido que resultó apacible para el Valencia CF y que terminó con victoria blanquinegra, la polémica llegó en los minutos finales. Concretamente en el 88 cuando el árbitro señaló un penalti a favor del conjunto de Mestalla sobre Danilo Barbosa. Cuando se disponía a lanzarlo el caitán Dani Parejo, el lanzador habitual de las penas máximas, Paco Alcácer se dirigió a él para dedirle la pelota y que le dejara tirar el penalti. Parejo no le hizo caso y lo lanzó él, convirtiendo el tercero de la noche. La decisión del capitán provocó que parte de la grada coreara el nombre de Alcácer y que incluso el delantero valencianista no celebrara el gol de manera efusiva. Cuando se le preguntó a Nuno al respecto prefirió entrar en la polémica y dijo: "Lo más importante es que el penalti ha terminado en gol y nos ha permitido tener tranquilidad".