Hugo Guillamón vive un gran momento en su irrupción en la primera plantilla valencianista. Ahora bien, el 'paso' al frente que ha dado el canterano en todos los sentidos ha sido tremendo y ante el Eibar podría tener, tras tres titularidades consecutivas, descanso. De Celades, que lo ha arropado por sus buenas actuaciones (como también lo ha hecho el vestuario) depende...

El canterano funcionó bien junto a Paulista el pasado domingo, pero se dan dos condiciones que pueden generar un cambio. Uno, ha jugado los tres partidos y podría rotar. Y dos, el estilo del Eibar: presionante en el último tercio, directo. El juego aéreo, los centros laterales, el dominio de las segundas jugadas y la exigencia en ese tipo de guerra de guerrillas podrían producir el cambio, entraría Mangala, que se defendió con garantías ante el Madrid. Guillamón ha mostrado claridad con balón, pero no hay necesidad de estresar su salida o exponerlo al error sin motivo.

Los números del Eibar perfilan su ADN: es el quinto equipo de LaLiga que más pases realiza en el último tercio -sólo por detrás de Barça, Madrid, Sevilla y Villarreal-, mantiene la posición en centros al área completados (Sevilla 100, Getafe 93, Madrid 90, Osasuna 86 y Eibar 83) y es líder en pases por alto -más que Osasuna o Getafe-, en entradas en el tercio ofrensivo -por delante de Real Madrid y Getafe- y es el bloque que más presiones realiza (1227 por 1136 del Getafe) sobre la salida del rival. Superada esa primera línea, el equipo tiene un comportamiento más irregular. El Eibar tiene limitaciones, pero no es un equipo fracturado, al contrario. Se ha visto ante Athletic (2-2) y Getafe (1-1), ante los que compitió con mérito.

También ante el Madrid dejó una segunda parte digna. Está en la pelea que le corresponde por recursos, tres puntos por encima de la zona de descenso. Mendi dispone de toda la plantilla, no ha sufrido contratiempos físicos y ha utilizado a 20 jugadores. Buenas sensaciones y cierta confianza.