Biodiversidad urbana

¿Por qué Barcelona y Madrid se están quedando sin mariposas este verano?

Los científicos desvelan el motivo de la drástica bajada de estos insectos en nuestras ciudades

¿Por qué Barcelona y Madrid se están quedando sin mariposas?

¿Por qué Barcelona y Madrid se están quedando sin mariposas? / Shutterstock

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

El verano de 2023 está superando todos los récords históricos de temperatura. Esto es algo que experimenta cualquier persona sin necesidad de acudir a las estadísticas. Pero la especie humana no es la única afectada. Los expertos de los observatorios de seguimiento de mariposas en las ciudades, el uBMS y el mBMS, que actúan fundamentalmente en Madrid y Barcelona, han detectado que este año la abundancia de mariposas en las ciudades es mucho menor. 

La principal causa es la sequía acusada en la que nos encontramos y la falta de agua asociada, que provoca que la vegetación se seque, tanto en los parques y jardines urbanos –que no se pueden regar– como en las dunas de las playas y en los herbazales de las zonas naturales de las ciudades. 

"Al no llover ni poder regarlas, las plantas acaban secándose y las mariposas se quedan sin alimento disponible. En parques como el de la Maternitat de Barcelona todavía quedan algunas zonas floridas y es evidente que se concentran las pocas mariposas que existen", explica Yolanda Melero, responsable del programa de seguimiento de mariposas urbanas de Barcelona uBMS e investigadora del CREAF y de la Universidad de Barcelona.

Recuento de observaciones en el área de Barcelona

Recuento de observaciones en el área de Barcelona / MBMS

Los resultados de este verano nefasto no se conocerán con detalle hasta que acabe la temporada, en octubre, pero las experiencias de las personas voluntarias y las visitas científicas a los parques y jardines ya dejan ver claramente esta tendencia. 

Por otra parte, los reiterados episodios de calor intenso también provocan una menor presencia de mariposas, porque el exceso de temperatura disminuye la supervivencia y reproducción y hace que algunas especies se marchan a altitudes más elevadas o más al norte para encontrar la vegetación que necesitan. 

Además, las orugas son más sensibles que las mariposas adultas y pueden morir por deshidratación. Cabe recordar que las mariposas son especies bioindicadoras, es decir, informan de cuál es el estado de salud del ecosistema en el que viven. Por tanto, su disminución por la sequía y el calor es un hecho extrapolable a otros artrópodos, como abejas o escarabajos, e incluso a algunos animales vertebrados. 

Evitar el cemento, buscar la sombra

Aparte de estos cambios de supervivencia y reproducción de las poblaciones, las mariposas también cambian su comportamiento para intentar sobrevivir a estas situaciones. En primer lugar, se quedan en zonas más frescas y con sombra y no se ven en los prados más soleados.

Del mismo modo, para regular su temperatura corporal, vuelan menos en estos días tan calurosos (estivación) e incluso colocan las alas en el ángulo adecuado para que no les dé el sol directamente. 

Las mariposas cambian de ubicación y de hábitos

Las mariposas cambian de ubicación y de hábitos / Eloy Revilla

En segundo lugar, cambian los patrones de movilidad y no llegan (o llegan menos) a los núcleos urbanos donde la temperatura es aún más acusada por el efecto ‘isla de calor’. Según Melero, "las mariposas, cuando se mueven, van procesando la información y son capaces de ver que fuera de las zonas más naturales, como Collserola y Montjuïc (Barcelona), quedan pocos espacios con agua y flores, y se dispersan aún menos hacia el interior de la ciudad. No se arriesgan". 

Los ceros son importantes

“Ante esta situación de falta de mariposas en los parques y jardines urbanos y metropolitanos, muchas de las personas que voluntariamente realizan el seguimiento se ven desmotivadas. Desde los observatorios de ciencia ciudadana y mariposas del CREAF queremos poner de relieve el esfuerzo que realizan para continuar haciendo las visitas a los parques, jardines y playas y manifestar la importancia de no ver mariposas: es la primera vez que los proyectos atraviesan una situación de sequía persistente como la actual y, por tanto, necesitamos los datos para realizar estudios. Éstas nos permitirán descubrir cómo reaccionan las mariposas urbanitas ante un escenario así, que desgraciadamente será cada vez más habitual. Así pues, no ver mariposas también es importante y ¡es un dato valiosísimo para el equipo científico!”, señala el CREAF.

Mariposa hormiguera de lunares

Mariposa hormiguera de lunares / Pinterest

El CREAF participa en dos observatorios de mariposas. Por un lado, el de Barcelona y Madrid, el uBMS, coordinado por el CREAF y financiado por el Ayuntamiento de Barcelona. Por otro lado, el del área metropolitana de Barcelona, el mBMS, que está coordinado por el CREAF, el Instituto Metrópoli y el Área Metropolitana de Barcelona. 

.......

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es