No lo puedo evitarlo y tampoco quiero. Me siento del Valencia, amante del Valencia CF por decirlo de alguna forma, y todos esos Valencia CFcontagiados por el virus y tienen todo mi cariño hacia ellos. El número de afectados crece en el equipo de una forma alarmante pero en medio de este caos que nos afecta a todos de una forma singular y dantesca nos damos cuenta de todo lo que representa el fútbol en nuestra vidas y también nos damos cuenta que pese a todas las críticas que se sueltan en contra del club este ha actuado correctamente y eso es digno de aplaudir.

Para los afectados

Igual lo que les voy a decir es una chorrada pero les aseguro que es una de las grandes verdades que me está sucediendo estos días y con dos nanos pequeños en casa, aburridos pero siempre con una sonrisa en la boca, nos intentamos distraer con cualquier tipo de cosa y una de ellas es jugar a la nintendo switch con el Valencia CF y ayer, en un momento de partidazo con mi hijo Juan, puse en el once titular del equipo a todos los afectados por el virus dando un pequeño homenaje al equipo que me ha acompañado toda mi vida y por el que siento una especial atención en unos días donde la atención galopa a lomos de todo el mundo y no solo del Valencia CF.

Un enorme recuerdo

He intentado fichar a un jugador para mi equipo pero les aseguro que pese a mis esfuerzos por integrarme en los juegos de mis hijos pequeños peco casi de ser un inútil manejando los mandos y directrices y la mayoría de las veces -al margen de perder todos los partidos por goleada- me quedo a mitad de camino de introducir algún cambio que me recuerde al pasado y me haga viajar con la imaginación a tiempos ya remotos y un poco peleados con la nintendo por mucho que lo pelee un día tras otro. Y mi idea ayer era convincente. Quería fichar a un jugador con el que compartí vestuario del Valencia CF y que ahora está afectado por el virus al igual que tantos otros.

El fichaje de Camarasa

Y sí, no lo he conseguido, no he podido fichar al crack de Rafelbunyol para la Nintendo, pero sí que lo tengo presente en mi cabeza y en un montón de recuerdos que se agolpan en mi cabeza de forma fulminante. Camarasa, junto a Giner y Voro, formaban un paquete valenciano de indudable calidad y además eran unos tipos que alegraban el vestuario de una forma enorme y divertida. Hacían equipo entonces y los tres, hoy en día, siguen trabajando en torno al Valencia de forma indiscutible. Y por eso hoy me centro en Camarasa y le mando un abrazo fortísimo. Vale, sí, en el equipo existen muchos más casos y de alguna forma también estoy pensando en todos ellos. Ahora bien, me he centrado en el central de mi época y le mando un enorme abrazo. Paco Camarasa forma parte de mi historia -alguna gamberrada me hicieron entonces- y aunque no hable con él ahora le mando un profundo abrazo. Contra esta enfermedad vamos todos unidos más que nunca. Y esta lucha la vamos a ganar con ese espíritu que Camarasa imponía en todos sus partidos. Abrazote y amunt. Lo vamos a conseguir.