Tenía 34 años y quien la abraza era su expareja y presunto asesino, detenido por acuchillarla en presencia de sus dos hijos. María Elena además estaba embarazada de 9 meses, a punto de dar a luz. Los dos a pesar de estar separados convivían en esta vivienda, en escalona, el motivo de que no se hubiera marchado de casa, lo sabían bien sus amigos. Miedo hacia su ex-pareja. El bebe que ella esperaba era de otra persona, el agresor le repetía constantemente lo mismo. María Elena le denunció hace 13 años por una agresión cuando los dos convivían en Madrid, pero un juzgado de Móstoles la archivó porque todo apunta a que ella no ratificó la denuncia. Los dos menores de 13 y 14 años fueron los que tras el asesinato, llamaron a los servicios de emergencia.