Tras la búsqueda con perros y drones en el entorno del Balcón de Pilatos, el helicóptero de la Guardia Civil divisaba los cuerpos en el fondo del cortado de 200 metros. Agentes del Grupo de Rescate y Montaña y Bomberos se descolgaban para recuperarlos. Un familiar había encontrado su furgoneta con las puertas abiertas y las llaves puestas. Los abrigos de padre e hijo estaban dentro. Había ido allí porque Checho, el padre, ya había protagonizado un intento de suicidio. La alerta la lanzó la madre al ir al colegio a por su hijo Mateo. EL padre, que lo tenía el finde semana en régimen de visitas, no lo había llevado a clase, pero nadie la había avisado a pesar de que el niño tenía 7 años. El padre no le contestaba al teléfono; Eguzkiñe había hablado con él el día anterior por su cumpleaños. Llevaban casi tres años separados. No existen denuncias de violencia de género, pero se investiga si la pareja mantenía algún conflicto por la custodia del menor que iba a cumplir 8 años.