Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso, experimenta varios reencuentros, algunos de ellos físicos, otros recordados: su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad; el primer deseo; su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80; el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante; la escritura como única terapia para olvidar lo inolvidable; el temprano descubrimiento del cine y el vacío, y el inconmensurable vacío ante la imposibilidad de seguir rodando.