Es el manjar que tradicionalmente llega a la mesa en Pascua, pero este año el lechazo sufre su peor momento. El 90% se vende a restaurantes, que están cerrados. Por ello, decidieron reinventarse, con el reparto a domicilio. Y las distribuidoras se acogen a otros canales de venta, como los pedidos online, que se han disparado. Pero no es suficiente. Los ganaderos lamentan que la baja demanda haya tirado los precios, hasta un 40 % por debajo. Y, de seguir así, a muchos les tocará echar el cierre. Estos días han lanzado un SOS viral para que los particulares consuman lechazo en sus casas y salvar, así, a una de las principales fuentes económicas del medio rural.