La Fonteta mostró su malestar con el entrenador y un Valencia Basket que alarga su crisis con ocho derrotas en los diez últimos partidos jugados. La charla y el vídeo hasta la madrugada tras caer con el Baskonia no han dado resultado. La afición vació el pabellón antes del final, y los que se quedaron los despidieron con silbidos y un cabreo monumental.