Calma. Al menos por el momento. Ese es el sentimiento que se quiere transmitir desde el Power Electronics Valencia tras este decepcionante inicio de temporada. Y es que pese a que desde la entidad valenciana se reconoce cierta intranquilidad y preocupación por los resultados y, sobre todo, por el mal juego, también se tiene muy claro que Manuel Hussein va a continuar en el cargo hasta que agote su crédito. Un crédito que, teniendo en cuenta que esta es su primera temporada en el equipo taronja, será mayor que el de los dos últimos técnicos que firmaron un arranque parecido.

Hablamos de Ricard Casas y Fotis Katsikaris. El manresano fue destituido en la campaña 2006/07 por Víctor Sendra, entonces director general, en la quinta jornada de la Liga ACB tras caer en Fuenlabrada por 78-60. Un balance de una victoria y cuatro derrotas, unido a las dudas que ya planeaban sobre él desde la temporada anterior acabaron por precipitar su salida. Algo muy parecido a lo que sucedió con Fotis Katsikaris, a quién también acompañó al comienzo de la temporada 2008/09 el director deportivo Johnny Rogers, y otro miembro de la secretaria técnica, José Luis Martínez. Esta vez fue Manuel Llorente, presidente ejecutivo en aquellos momentos, al que le bastó un balance de tres triunfos y tres derrotas para tomar aquella drástica decisión.

Sin embargo, y desde que se hicieron cargo de la ´nave´ Vicente Solá y Paco Raga, esa forma de actuar ha cambiado, al igual que el presupuesto y la filosofía del club. Lejos de caer en la precipitación o dejarse llevar por un ´calentón´, antes de ejecutar cada movimiento éste se estudia con lupa. Esa es una de las razones por las que Manuel Hussein, pese al balance de una victoria y cinco derrotas —todas ellas consecutivas—, tiene todavía la confianza de la entidad taronja para sacar el proyecto adelante.

Y eso que razones, con los números en la mano, no le faltan al club para perderla ya que el equipo valenciano ha igualado en este primer mes de competición su peor racha de derrotas consecutivas de los cinco últimos años. Fue en la temporada 2005/06, en la que no se disputaron competiciones europeas, y en la que se cayó de forma ininterrumpida ante el Gran Canaria, FC Barcelona, CB Granada, Girona y Joventut en la Liga ACB. Algo que en esta ocasión no ha tenido efectos secundarios ya que, al margen de las estadísticas, desde el club valoran el trabajo realizado así como las muchas circunstancias adversas que aparecieron en pretemporada y con las que todavía debe lidiar el técnico.