El Real Madrid demostró que también sabe sufrir para ganar los partidos y ante el Real Betis logró una trabajada victoria por 2-3 que le hace sumar la undécima victoria como visitante y la décima consecutiva, nuevo récord en este apartado en una misma temporada, para un equipo que camina firme hacia el título.

Una recuperación del balón por la banda izquierda del ataque local cogió descolocada a la defensa madridista y una buena acción entre los dos atacantes verdiblancos acabó con pase de Rubén Castro a Jorge Molina y el fuerte remate de éste ante un Íker Casillas vendido.

La intensidad de Betis no pudo impedir que a los 25 minutos sí llegara un balón del alemán Mesut Özil a Higuaín entre la adelantada línea defensiva local y que el argentino, tras una gran galopada, se sacara un remate imposible para el portero Fabricio Agosto. Arrancó el partido en la segunda parte sin tregua, porque Ronaldo, prácticamente inédito en la primera mitad, se aprovechó de un pase en semifallo del brasileño Marcelo para batir a Fabricio dentro del área chica,pero la indecisión llegó a renglón seguido al área visitante y fue Jefferson Montero el que marcó el segundo tanto bético.

Tras varias intervenciones de mérito de los metas otra vez Ronaldo no perdonó cuando le llegó el balón. La polémica quedó para la última acción del partido donde el colegiado no vio unas claras manos de Ramos dentro del área.