Una hora y diez minutos estuvo reunido ayer Juan Ignacio con su plantilla en los vestuarios de la Ciudad Deportiva de Buñol. Habitualmente los miércoles el equipo lleva a cabo el visionado de las imágenes del último partido disputado pero, además, en la vuelta al trabajo después de dos días libres, hubo también una reunión en la intimidad de la caseta para hablar de lo que queda de temporada.

El cuerpo técnico es consciente de que ante partidos de este tipo no hace falta ningún tipo de motivación añadida, pero quiso pulsar el estado de ánimo del grupo y el mensaje que emana del vestuario es claro y conciso: «Nada de dejarse llevar». Nadie quiere hablar de objetivos a largo plazo, pero al mismo tiempo todos hablan de autoexigirse el máximo aun siendo conscientes de que no hay la ninguna obligación ya. Se volvió a escuchar en el vestuario el mensaje de que «el equipo está ante una ocasión única» en un cónclave que, lejos de ser unidireccional, contó con la intervención del cuerpo técnico y también de varios de los pesos pesados de la plantilla. Una conjura en toda regla que se refrendó con las imágenes del partido ante Osasuna... pese a la derrota.

El vídeo lo confirma

Cuando llegó el momento de ver los cortes del partido del pasado domingo, lógicamente, se extrajeron errores. Uno de los aspectos que más dolió fue el hecho de que el conjunto navarro anotase su primer gol en una jugada de estrategia que instantes más tarde pudo incluso repetir. Ese es un fallo que no se puede permitir. Sin embargo, a partir de ahí, el resumen del partido da muestras de que, pese a no ser un encuentro redondo de los de JIM, el Levante tuvo ocasiones para empatar y disputarle el partido de sobra al rival. Eso demuestra que en cuanto a actitud no hay ningún déficit. El segundo gol fue lo que ya mató el choque definitivamente cuando el Levante ya se vio obligado a ir a por el empate.

Ante esa tesitura, el partido del próximo domingo en Mestalla se plantea como la primera parada en un camino en el que hay mucho que ganar y muy poco que perder. La plantilla, además, es consciente de lo que significaría un triunfo ante el vecino de ciudad ya que muchos de los integrantes del plantel son valencianos e incluso varios tienen pasado valencianista. Nadie quiere el mal del vecino... pero sí darle una alegría a la hinchada granota.