Ha llegado la hora de escuchar su versión de los hechos. El domingo se enfrentará por primera vez al Levante y ha decidido explicar cómo y por qué cambió de aires. Dejar claro que «nunca» pensó resolver el conflicto en los juzgados y que le costó lo suyo dejar atrás Orriols. Dice que era «ley de vida» apostar por el proyecto del Getafe, como también defender a su amigo Iborra. De su ‘sustituto’, Diop, afirma que es «perfecto» para los granota.

¡Cuánto tiempo sin escuchar su voz! Hacía casi medio año que no concedía entrevistas y apenas ha dado ni ruedas de prensa en Getafe.

—Necesitaba tranquilidad. No me apetecía mover más el tema de mi salida del Levante, sino estar un poco al margen y pasar lo máximo posible desapercibido.

—Desde la distancia diría que bien, pero cuéntemelo usted. ¿Cómo le va en su nuevo club?

—La verdad es que muy bien. Me he adaptado muy rápido al equipo, desde el primer partido, ayudado entre otras cosas porque Luis García me conocía perfectamente de su etapa en el Levante.

—Hace poco dijo que quería lograr esta temporada con el Getafe al menos lo mismo que el pasado como azulgrana…

—Así es. Porque siempre hay que pensar en mejorar y porque creo que el Getafe tiene equipo para estar arriba. Jugador por jugador hay muchísimo nivel, así que podemos estar sin problemas entre los diez primeros toda la Liga y acabar dando una alegría.

—¿Ve paralelismos entre este Getafe y ‘su’ Levante?

—Cada equipo y cada vestuario es distinto, ni mejor no peor. Aquí estoy muy a gusto, como lo estaba en el Levante.

—En una semana se enfrentará a los que eran sus compañeros hasta hace poco. ¿Tiene ya ‘mariposas’ en el estómago?

—Es un partido que me hace especial ilusión jugar, lógicamente. Nada más salir el calendario, lo primero en lo que me fijé es en los partidos contra el Levante, aunque todavía sera más especial el de la segunda vuelta en el Ciutat.

—Hace apenas unos días estuvo allí presenciando el derbi, aún a riesgo, como así sucedió, de recibir algún improperio por parte de la afición.

—Como valenciano que soy, me apetecía mucho ver el Levante-Valencia en directo, ya que podía porque había jugado el día anterior en Zaragoza. Fue un partido reñido, intenso, emocionante.

—Bueno, es hora de que explique por qué se fue del Levante de la manera que lo hizo.

—Es muy sencillo, más de lo que parece. Tanto el Levante como yo queríamos salir beneficiados, y al final, aunque no haya trascendido, el club puede ingresar por mi venta casi lo mismo que con la de Koné. Cada parte defendió sus intereses al máximo, como es lógico.

—Antes de todo eso, el Levante le ofreció un contrato de cuatro años. ¿En ningún momento se planteó continuar de azulgrana?

—Estaba súper a gusto, no hubiera sido ningún problema continuar. Sin embargo, se me presentó una buena oportunidad, tanto en el apartado económico como deportivo, y pensé que debía aprovecharla. En la vida hay que tomar decisiones difíciles; irme del Levante muy difícil. Espero haber acertado.

—¿Cómo le gustaría que a medio-largo plazo, cuando se pasé el ‘calentón’ le recordará el levantinismo?

—Pues como alguien que tiene mucho cariño a ese club, y que se dejó todo en cada minuto que estuvo allí por el bien del Levante.

—¿Es imposible volver a ver a Xavi Torres vestido de azulgrana después de lo sucedido?

—Ni mucho menos. Nunca se sabe lo que puede pasar, aunque ahora parece complicado.

—¿Supongo que habrá vivido pocos veranos más duros y tensos como este último en su carrera?

—Fue complicado; bastante complicado. Yo preferí aislarme y seguir a lo mío, como hice mientras estuve entrenando con el Málaga. Aquel periodo lo afronté como la mejor opción de entrenar y ponerme en forma en un equipo de elite hasta que se resolviese mi futuro; trabajé cada día a tope y las cosas me salieron bien, tanto como para que el Málaga quisiera renovarme.

—Explíqueme eso.

—Cuando ya tenía decidido irme al Getafe, Pellegrini me llamó a su despacho y me ofreció prolongar mi contrato (le quedaba un año) tres temporadas más.

—Se habló mucho de una posible batalla judicial entre usted y el Levante por la famosa opción de compra. ¿Hubiera llegado a los juzgados para salirse con la suya?

—¡Qué va! Nunca pensé llevar al Levante ante un juez.

—El caso es que ahora está en Getafe y el Levante es el próximo rival. ¿Qué me dice de los de JIM?

—Pues que va a ser muy difícil ganarles. Continúa siendo un equipo súper peligroso, como todos bien sabemos.

—¿Cómo ve a su amigo Iborra? Sea o no porque usted no está a su lado, este año le está costando arrancar más de la cuenta.

—Iborra es un pedazo de futbolista, un centrocampista como hay pocos en la Liga BBVA. Todos los jugadores tenemos altibajos a lo largo de una temporada, pero seguro que acaba dando lo mejor de sí y continúa creciendo. Quien dude de él, se equivoca.

—Del Bosque les mentó indirectamente tanto a usted como a él como futuribles en vísperas de la Eurocopa. ¿Les veremos juntos en un futuro con la Roja?

—Ojalá. Yo lo firmaría ya mismo. Pero tengo claro que jugar en la selección es un sueño lejano; me conformo con ser mejor jugador cada día, porque así siempre habrá una oportunidad de ir con la selección.

—¿Y su ‘sustituto’ Pape Diop, qué le parece?

—Diop es un jugador perfecto para la filosofía del Levante. Es muy peleón; lo da todo sobre el campo en todo momento.

—El año pasado, con el Levante no pudo ganar al Getafe. A ver si ahora le pasa lo contrario y con el Getafe no puede ganar al Levante…

—Espero que no sea así, la verdad, sino que el Getafe se le siga dando mal al Levante. Yo quiero lo mejor para ellos en todos los partidos excepto los dos contra nosotros, que lógicamente quiero que pierdan. Del año pasado, por cierto, recuerdo que empatamos en el Coliseum en la primera jornada, y en el Ciutat perdimos en una jugada a la contra a pesar de que merecimos (en alusión a los azulgrana) ganar de sobra por juego y ocasiones.

—Pues tengan cuidado con Martins, que ya ha visto en persona cómo se las gasta.

—Es un delantero rapídisimo y letal a la contra. A poco que continúe como hasta ahora, será tan importante como Koné el año pasado. Habrá que tener muchísimo cuidado con él.