En lo que a la pactada salida de Diop se refiere, el Levante está a punto de pasar de las palabras a los actos. Informados hace dos semanas del interés de varios equipos europeos, por boca de sus representantes, los granotas esperan iniciar inminentemente los contactos para el traspaso del senegalés en las mejores condiciones posibles. Se quieren ingresar entre dos y tres millones de euros por la operación, cantidades en las que están dispuestos a moverse el Olympiakos, el Swansea galés y posiblemente algún club de la Ligue 1, aunque son los dos primeros los que han movido pieza oficialmente con el jugador.

El campeón de la liga griega, al que se enfrentó en el histórico periplo azulgrana en Europa League hace dos años, conserva su posición privilegiada en la puja desde el pasado verano. Entonces Míchel ya intentó captar a Pape para su plantilla, aunque en Orriols rechazaron las dos propuestas realizadas; la segunda, próxima a los dos millones. Representantes de la Premier y el fútbol francés, en el que se formó, han estado pendientes de sus evoluciones en los últimos meses, pero la participación de Olympiacos en Liga de Campeones les hace estar en desventaja.

En el club confían en que las negociaciones no se dilaten en exceso, para así contar con parte del dinero obtenido por Pape en la búsqueda de ese delantero de garantías que reclama Caparrós para la próxima temporada. Además, el rendimiento de Sissoko ante Atleti y Valencia ha convencido y todo apunta a que será el malí quien deba ejercer su papel principal que estos dos últimos cursos. La renovación del malí podría abordarse nada más pasar el encuentro en Málaga, último de la Liga BBVA.

Diop se despidió oficiosamente del levantinismo el pasado sábado, durante el derbi. A su sustitución por Xumetra, el Ciutat le ovacionó y él devolvió los aplausos desde el terreno de juego. A lo largo del partido ya había sido jaleado en varias ocasiones por la grada, también en señal de apoyo por los cánticos racistas de los que había sido víctima una semana antes por parte de la afición colchonera.

En lo que a la pactada salida de Diop se refiere, el Levante está a punto de pasar de las palabras a los actos. Informados hace dos semanas del interés de varios equipos europeos, por boca de sus representantes, los granotas esperan iniciar inminentemente los contactos para el traspaso del senegalés en las mejores condiciones posibles. Se quieren ingresar entre dos y tres millones de euros por la operación, cantidades en las que están dispuestos a moverse el Olympiakos, el Swansea galés y posiblemente algún club de la Ligue 1, aunque son los dos primeros los que han movido pieza oficialmente con el jugador.

El campeón de la liga griega, al que se enfrentó en el histórico periplo azulgrana en Europa League hace dos años, conserva su posición privilegiada en la puja desde el pasado verano. Entonces Míchel ya intentó captar a Pape para su plantilla, aunque en Orriols rechazaron las dos propuestas realizadas; la segunda, próxima a los dos millones. Representantes de la Premier y el fútbol francés, en el que se formó, han estado pendientes de sus evoluciones en los últimos meses, pero la participación de Olympiacos en Liga de Campeones les hace estar en desventaja.

En el club confían en que las negociaciones no se dilaten en exceso, para así contar con parte del dinero obtenido por Pape en la búsqueda de ese delantero de garantías que reclama Caparrós para la próxima temporada. Además, el rendimiento de Sissoko ante Atleti y Valencia ha convencido y todo apunta a que será el malí quien deba ejercer su papel principal que estos dos últimos cursos. La renovación del malí podría abordarse nada más pasar el encuentro en Málaga, último de la Liga BBVA.

Diop se despidió oficiosamente del levantinismo el pasado sábado, durante el derbi. A su sustitución por Xumetra, el Ciutat le ovacionó y él devolvió los aplausos desde el terreno de juego. A lo largo del partido ya había sido jaleado en varias ocasiones por la grada, también en señal de apoyo por los cánticos racistas de los que había sido víctima una semana antes por parte de la afición colchonera.