Pape Diop quería acabar la temporada de corto y parece que lo va a lograr, pues ya toca balón y debería contar con el alta médica con vistas al encuentro del próximo día 23 frente al Elche. Lo que no ha logrado, aunque era lo que pretendía, es mantener eternamente el sigilo en torno al alcance de su lesión y los detalles de su posterior recuperación, a los que SUPER ha tenido acceso. Ese esguince "fuerte" del que hablara en su día Alcaraz, posteriormente catalogado "de grado dos" por el parte médico oficial, era realmente una rotura parcial del ligamento deltoideo con sindesmosis en el tobillo izquierdo. Solo así se entiende que el senegalés lleve ya casi cinco semanas de baja.

Fue el pasado 6 de abril, en un choque fortuito en un entrenamiento con Simao, cuando Diop comenzó su particular travesía por el desierto. Desde entonces, su rehabilitación se ha sustentado principalmente en las muletas, una bota ortopédica, trabajo de fisioterapia y factores de crecimiento. De las infiltraciones se ha encargado personalmente el doctor Cugat, uno de los más prestigiosos traumatólogos del mundo, al que el medio ha visitado en varias oportunidades a lo largo de las últimas semanas.

El senegalés no fue el primer miembro de la plantilla en acudir a Barcelona a lo largo del curso para pasar consulta. Cugat es uno de los especialistas de referencia para los servicios médicos granotas, cuyo máximo responsable ha estado presente en cada una de las citas. Ximo Mas ha coordinado el tratamiento, de carácter conservador. Además de él, solo los responsables del club, Alcaraz y los recuperadores han estado al corriente de la evolución durante todo este tiempo.

De la gravedad del percance hablaron ya inicialmente los gritos de dolor del propio futbolista sobre el césped del Ciutat. El diagnóstico definitivo expuso además que si el giro del tobillo hubiera sido algo más violento, Diop podría haber padecido una lesión similar a la de Musacchio. El central villarrealense estará medio año en el dique seco como consecuencia de una fractura distal del peroné y una luxación en los ligamentos del tobillo.

Normalmente son los externos los que más daños sufren durante la práctica deportiva. La mayor resistencia del deltoideo o lateral interno (con forma de ala delta), no en vano, ha reducido la dolencia del medio a un esguince o rotura parcial, en lugar de ser total. En el caso en cuestión, al haber una afectación a nivel sindesmótico el periodo de recuperación está siendo más prolongado.

La crioterapia y la inmovilización de la citada articulación fueron clave durante la primera fase de la recuperación, durante la que Pape se empleó mayoritariamente en dobles sesiones diarias. El senegalés se marcó como meta tener minutos todavía en Liga BBVA, de cara a una posible despedida de la que ha sido su afición durante los tres últimos años y a su definitiva puesta a punto para los compromisos que le esperan con su selección antes de las vacaciones. Ahora se halla en la recta final del proceso, ya sin infiltraciones.

Su futuro está por desvelar

A Diop le llegó la lesión justo con su porvenir por decidir: acaba contrato el 30 de junio. Desde finales de 2014 tiene una oferta de renovación en la mesa, aunque su primera opción pasaba inicialmente por un cambio de aires (después de sus fallidos traspasos al Olympiakos en los dos últimos veranos) y ha generado el interés de otros clubes. Al que más se le ha vinculado últimamente ha sido al Espanyol.