Como deslizaba Manolo Salvador en la entrevista publicada por SUPER el pasado lunes, en Orriols están "trabajando para que el chaval esté tranquilo y continúe muchos años aquí". Ya entonces se habían retomado los contactos entre ambas partes, después de que la renovación de Iván quedase congelada justamente con el final de la pasada temporada. El Levante y los agentes del jugador han desbloqueado la negociación (que se inició a finales de 2014) y han aprovechado los últimos días para avanzar en la misma, a base de intercambiar propuestas a través de correos y charlas telefónicas.

El montante de la cláusula de la rescisión ha sido desde el primer momento el principal caballo de batalla. El club apostaba por triplicarla, de los 10 millones de euros actuales a 30, mientras que el jugador siempre ha abogado por contar una vía de escape más asumible por si mantiene su progresión y llega una oferta de un club importante. Ese fue el principal motivo por el que rechazó el primer borrador propuesto por los granotas, para enfado de estos. Quico y Manolo trasladaron a sus agentes, en la reunión que mantuvieron con ellos el pasado 21 de mayo, que consideraban una falta de respeto que esa respuesta se hubiera producido después de cuatro meses de silencio absoluto por su parte.

La solución podría pasar por una fórmula intermedia, que deje el precio de salida en las cantidades estipuladas por el Levante pero admita excepciones, aunque esta deberá ratificarse personalmente por club y jugador. Está prevista una reunión en los próximos días, una vez Quico regrese de Madrid, de la que Iván podría salir renovado hasta 2020. En la duración del nuevo contrato (ahora le queda un año) siempre ha habido consenso.

La operación de cadera recomendada por el anterior jefe de los servicios médicos, Ximo Mas, ha sido el otro foco de debate durante los últimos contactos. El club se ha mostrado desde el primer momento dispuesto a asumir el coste de la operación y el tiempo de recuperación de la misma (entre cuatro y seis meses) en caso de que Iván ampliase su vinculación. La decisión definitiva dependería en todo caso del jugador y del nuevo galeno azulgrana; este será uno de los primeros entuertos a resolver por Miguel Ángel Buil, ya que el canterano está en condiciones de jugar pero es más proclive a ciertas lesiones por la descompensación de la citada articulación.

En caso de llegar a un acuerdo definitivo con el club, Iván se situaría en el rango salarial medio-alto de la plantilla. El lateral derecho, que en agosto cumplirá 22 años, pasaría a cobraría casi 500 mil euros brutos por temporada.