Las dudas que había en el club entorno a Lucas Alcaraz no se han convertido en certezas de un día para otro por arte de magia. En Orriols continúa el mar de fondo, a pesar del evidente efecto balsámico que ha tenido la victoria frente al Villarreal, de tal forma que el granadino se enfrenta a su particular prórroga durante las próximas semanas. Ha ganado tiempo para reconducir definitivamente e rumbo del equipo, aunque serán los próximos resultados los que determinen su futuro. Solo los puntos le pueden devolver crédito para lo que resta de temporada.

El paro liguero de este fin de semana amplía el margen del técnico, quien ha apelado a la unión y el «compromiso» del vestuario para dar continuidad a la buena imagen y el mejor resultado del pasado domingo. El partido del día 17 en el Bernabéu tampoco se antoja como definitivo de por sí, por el complejo carácter intrínseco del mismo, pero de la imagen que el Levante ofrezca ante el Madrid y cómo se resuelvan la posterior visita de la Real a Orriols y el derbi dependerá en buena medida el futuro de Lucas. Su destitución o refuerzo han quedado pospuestos.

La figura del técnico granota, con contrato hasta junio tras su refrendo institucional del pasado verano, genera controversias entre los aficionados, los jugadores y en el propio club. Otra cosa bien distinta es el discurso oficial una vez derrotado al líder. Ahí, los dirigentes granotas se muestran políticamente muy correctos, negando dudas y solo poniendo en cuestión las «desafortunadas» declaraciones que a su entender hizo Lucas en la rueda de prensa del pasado jueves, cuando expuso que le faltaban extremos y enumeró los ´no-fichajes´ veraniegos en esa demarcación.

Hace un año, Alcaraz sustituyó en el banquillo a Mendilibar, que dejó el club curiosamente en la octava jornada y después de una derrota (0-5) contra el Madrid. Manolo Salvador, en ese sentido, no considera ambas situaciones comparables. El director deportivo defiende que ahora el equipo se ha mostrado competitivo en casi todos los encuentros, a diferencia de lo que sucediese con el de Zaldibar.