«Señores, lo que se está trabajando, se está consiguiendo». Rubi, con su carpeta en mano en todo momento, aceleró en la preparación del encuentro en El Molinón, clave para despegar. La condición de colista no tuerce el semblante de la plantilla. Rubi y su cuerpo técnico han sabido enchufar a un equipo con atisbos de descomposición. El mejor reflejo fue el torneo del final del entrenamiento. Cuatro equipos, todos contra todos y como premio, rascarse el bolsillo lo menos posible en las comidas de equipo. Ganaron los de peto blanco (Jesús, Juanfran, José Mari, Rubén García y Ghilas) a los de naranja (Mariño, Pedro López, Jefferson Lerma, Morales y Deyverson). Los de azul (Koke, Feddal, Toño, Verza y Roger) se quedaron a las puertas de esta simbólica final. El quinteto de amarillo lo conformaron Rubén Martínez, Simao, Nikos, Xumetra y Juan Delgado.

El doblete de ´Pedrolo´ no evitó la derrota en los penaltis por los fallos de Deyverson y Lerma. «Buen viaje y espero no verle más», le bromeó Rubi, como si de un árbitro se tratara, a un Ghilas acertadísimo. «Xabi (Gil) quiere que pierdas», le dijo poco antes al argelino. Aunque lo que toca es ganar en el campo, en Gijón. Rubi consiguió que sus jugadores se marcharan al vestuario con una sonrisa en el rostro y reforzando otros aspectos además de los puramente futbolísticos.

En el recinto habitual del Atlético Levante, Rubi trabajó la transición, las llegadas al área desde las alas y la finalización en grupos de nueve futbolistas. Jaume Torras, su segundo, también corregía desde la banda. Manel González, preparador físico, se incrustaba como rival en la simulación de las acciones. Con Rubén García trabajando por dentro, una posición que quiere potenciar el técnico para juntarlo a partir del mercado de invierno con Morales y Cuero, el objetivo capital era cerrar las acciones desarrolladas. Fue otro día para enderezar el punto de mira. En esa tarea del gol, ante la ausencia de Víctor Casadesús, al margen junto a David Navarro en el gimnasio de Buñol, el primer equipo se reforzó con Juan Delgado, el ´9´ del filial, que se estrenó en un entrenamiento con el nuevo organigrama técnico, al igual que el guardameta Koke.

La falta de efectivos impidió todavía a Rubi reforzar su esquema (4-1-4-1). Lo hará desde hoy a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva. Incluso Simao Mate, que ha vuelto a su hábitat natural con el cambio, actuó de central en los partidillos modificados por las ausencias de Trujillo y Navarro. Dani Calvo también subió del ´B´ y para él igualmente hubo buenas palabras de Rubi, Jaume y compañía, siempre en actividad. Antes de cambiar de campo, el técnico programó un nueve contra nueve (los porteros se alternaban), con Lerma y luego Verza de comodines.

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