"Nos condiciona más la lesión de Raquel Carrera que la Euroliga"

El director deportivo del Valencia Basket femenino pone en valor los éxitos del equipo, la apuesta por un bloque nacional y la cantera y da las claves de la planificación actual

"Nos condiciona más la lesión de Raquel Carrera que la Euroliga"

Loyola Pérez de Villegas

Jorge Valero

Jorge Valero

Esteban Albert, director deportivo del Valencia Basket femenino, pone en valor los éxitos del equipo, la apuesta por un bloque nacional y la cantera y da las claves de la planificación actual.

Llega el tramo final de la temporada, pero de momento ya se han podido celebrar dos títulos; la Copa y la Supercopa. ¿Cómo valora la temporada? 

El objetivo era ser competitivos en todas las competiciones y darlo todo. La valoración es positiva porque hemos competido y ganado dos títulos, incluso competimos bien en la Euroliga pese a que nos penalizó mucho un mal mes de diciembre. Ahora estamos ya pensando en las eliminatorias por el título de Liga, para ser competitivas y tener opciones.

Sin el billete para la Euroliga aún, ¿hay un plus de presión por ganar la Liga?

Podemos verlo como una presión positiva, de mirar hacia arriba para lograr un gran objetivo. Se nos escapó el billete vía Liga Regular, pero vamos a intentar lograrlo ganando la Liga aunque igual hay otra opción de rebote como campeonas de la Copa. 

Una lucha por el título en la que no estará Raquel Carrera. Con su grave lesión y las molestias de Gülich, ¿sigue abierta la opción de fichar una pívot de cara al playoff? 

Nos marca mucho la normativa de cara a fichar ahora y eso nos ha hecho mirar en primer lugar a nuestras jugadoras de cantera, que están cumpliendo perfectamente. La posibilidad de que venga una jugadora sigue estando abierta, pero es complicado encontrar una buena jugadora, que ya esté en la Liga española, que salga de su club y quiera seguir compitiendo, pero seguimos estudiando todas las opciones porque ha de ser alguien que realmente pueda ayudar. Nunca fichamos por fichar, por completar el roster.

Raquel Carrera, después de la intervención.

Raquel Carrera, después de la intervención. / Valencia Basket

Acabando ya la Liga Regular, ¿hay alguna opción sobre la mesa ahora mismo?

Hay dos o tres opciones abiertas, pero tienen que estar ya liberadas por sus clubes y aún no lo están y eso hace que estemos valorando si alguna nos encaja o no.  

De cara a la planificación de la próxima temporada, ¿trastoca mucho el hecho de no tener aún el billete para la Euroliga?

Básicamente no, queremos que las jugadoras vengan al proyecto, no por jugar o no la Euroliga. Lo que más nos trastoca más para el año que viene es la lesión de Raquel Carrera, no la Euroliga. El equipo es atractivo para cualquier jugadora, por desarrollo personal y de equipo. Más problema es definir el perfil de jugadoras que necesitamos cuando tenemos una baja como la de Raquel, que no es sólo para este final de temporada, sino que se puede perder también tres cuartos de la próxima. 

Acaban contrato, entre otras, interiores como Gülich, Fingall y Hempe. ¿Definir su futuro es la prioridad teniendo en cuenta esta baja de Carrera?

Al no estar Raquel, tenemos que ver qué estructura queremos para el juego interior y eso hace que alguna de ellas tenga más posibilidades de continuar, aunque otras jugadoras que puedan llegar han de encajar con el perfil de las que se queden. Ya teníamos alguna cosa planificada con Raquel y ahora nos trastoca un poco, pero haremos un buen equipo porque somos un club muy atractivo y muchas jugadoras quieren venir.

¿Es el de Iagupova un caso excepcional a tratar? Se hace difícil imaginarla fuera de la Euroliga... 

El tema de Alina ya este año fue muy personal, no venía a un proyecto para ganar o no ganar la Euroliga ya, sino a ayudarle crecer. Cuando vino, ya teníamos muy difícil meternos en playoff. Con ella creo que hemos conseguido hacerla sentir bien, sentirse partícipe de un proyecto, que se haya integrado bien y rápido y aunque ayudaría y sería importante jugar la Euroliga, creo que no es el factor determinante. Estamos hablando, nos gustaría que siguiera y ella está muy por la labor de seguir y pensamos que tenemos posibilidades de que siga porque está muy a gusto aquí y valora mucho el proyecto.

Alina Iagupova, en una acción del partido ante el Kutxabank Araski

Alina Iagupova, en una acción del partido ante el Kutxabank Araski / Kutxabank Araski

También acaba contrato Alba Torrens. ¿Conoce ya su idea de futuro y hay también una idea clara sobre ella en el club?

Su intención es jugar una temporada más, sabiéndolo, nos gustaría que fuera aquí en Valencia. Las conversaciones están abiertas y con muy buenas perspectivas.

Entiendo que con contrato en vigor el resto, la base seguirán siendo las jugadoras nacionales, internacionales todas... 

Nosotros siempre hemos querido que la base fueran las jugadoras nacionales y dentro de esa base, tener a las mejores posibles. Ouviña, Romero, Carrera, Queralt, Eraunzetamurgil están siempre ahí, pero también pensamos que nuestra generación de jóvenes es también top a nivel español, como el caso de Buenavida, Alicia Flórez, Awa Fam, son jugadoras que están ahí y que en cualquier momento pueden dar el relevo.

Buenavida y Fam parecen ya casi jugadoras del primer equipo por su continuidad en las listas de Rubén Burgos. ¿Hay algún plan con ellas para acortar plazos y que se asienten ya en la primera plantilla?

Realmente hay cinco jugadoras de formación en el límite, por un lado Awa y Elena y por otro, Alicia Flórez y Noa Morro y también Tilda Trygger, que tiene potencial de Liga 1. El tiempo de maduración para llegar al máximo nivel nos lo da también el equipo de Challenge y quizá alguna cesión para completar su formación. Son cinco jugadoras con proyección alta en LF Endesa.

¿Volverá Claudia Contell? 

Está cedida y al acabar la temporada vamos a estudiar posibles encajes con ella, decidir si tiene hueco o mejor irse cedida de nuevo. Lo importante en estas edades de formación es que tengan un hueco y que vayan sumando minutos, lo que necesitan es tener un rol, un hueco y poder jugar, no sólo estar. Tenemos la ventaja de tener un equipo en Challenge, en una Liga que ha subido mucho el nivel y les permite sumar minutos.

Incluso a veces jugando con ambos equipos el mismo día...

Sí, pero son edades en las que físicamente se pueden hacer estas cosas y además, son esfuerzos que están muy medidos, limitando los minutos en cada partido, los descansos antes o después. El departamento de rendimiento mide mucho las cargas y a ellas les va bien porque suman minutos de calidad en dos partidos. Es peor estar cedida y jugar 5 o 10 minutos en un partido a la semana. Tienen medidos sus minutos, su estudios, sus descansos y todo eso ayuda a ser un club más atractivo porque saben que su proyecto va enfocado al crecimiento deportivo y de formación.

El año pasado acariciaron el ascenso a la LF Endesa y La Cordà de Paterna vuelve al playoff de ascenso. Si suben hay una situación complicada si el objetivo es seguir con un equipo vinculado en LF Challenge...

Ahí tenemos una serie de acuerdos, pero que el Paterna llegue lo más alto posible nos va muy bien porque nuestras jugadoras tienen momentos determinantes que les ayudan a crecer. Si asciende, ya decidiremos, pero la idea es tener el equipo en Liga Challenge. 

Trabaja con ellas en el primer equipo y también en categorías inferiores de la selección. ¿Es vital en esta idea de crecimiento el papel de Rubén Burgos?

Su papel es fundamental, entrenan muchos días con él, ve su crecimiento, sabe el nivel que tienen respecto a otras jugadoras de nivel europeo de sus edades. Hace un trabajo muy bueno, cree en el proyecto y ayuda aunque en el primer equipo hay que buscar ya títulos y el máximo rendimiento. 

Es el entrenador récord del club, en partidos, temporadas, títulos... ¿Qué es lo que ha hecho que encaje como anillo al dedo en este proyecto? 

Ya como jugador, era un apasionado del baloncesto, le dedica mucho tiempo, ve muchos partidos, ha crecido con el proyecto, lo ha hecho suyo y ha ido viendo lo que hacía falta en cada paso. Somos privilegiados por el mecenazgo de Juan y Hortensia, nos permite desarrollar nuestra pasión a lo bestia. Todo el mundo en el club es apasionado del baloncesto, Enric Carbonell nos pregunta por todas las jugadoras, está pendiente de partidos de Challenge y todos vamos en esta línea. Estamos siempre conectados porque es algo que nos apasiona.

El propio Enric, a principio de temporada, pidió al equipo masculino seguir el ejemplo del femenino. ¿Es el mejor elogio que se puede recibir?

Dentro del ecosistema Valencia Basket, somos un club global. El femenino lleva unos años de crecimiento y nos gusta que se valore en el club. Aquí ponemos en valor lo que se hace en todo el club, en cada departamento. 

Con un palmarés como el actual, a falta sólo de ganar la Euroliga, ¿está ya el equipo femenino en otro nivel de presión y exigencia? 

Tenemos que ser conscientes de donde estamos y de nuestros objetivos, nuestro ADN es ir a todas las competiciones a intentar ganarlas, pero no con la presión de tener que ganarlo todo, sino con la ilusión de ganarlo todo. El ADN ha de ser competir por todo. Es verdad que hemos crecido demasiado rápido y eso puede llevar a una distorsión de objetivos o a pensar que ahora tenemos que ganar todo cada año. Parece que nos quedan pocos pasos que dar, pero hay que recordar que hace seis años estábamos en Liga Femenina 2. Tenemos un gran respaldo, pero no es un presupuesto de locura, sino ajustado a las jugadoras que queremos tener. No es fácil en una Liga como la española, que se ha comprimido hacia arriba, con equipos con presupuestos buenos, capaces de traer jugadoras con talento. Hace años se definía todo la Liga a falta de varias jornadas, ahora todo se decide al final. Y en la Copa pasa igual, llegar a una final de Copa cuesta mucho, al margen de la factura de la lesión de Carrera. Al final la ganamos y hay que darle mucho valor. El club lleva seis temporadas en Liga 1 y menos en la primera, en el resto hemos rascado algo y no es fácil.

Esta temporada ha faltado por momentos conexión con la grada en el primer equipo masculino, pero la comunión con la afición parece perfecta en el femenino. ¿A qué lo achaca? 

Tenemos una afición muy buena a todos los niveles, con el masculino y con el femenino, pero el femenino lleva unos años de mucho crecimiento y eso ayuda. El notar el apoyo de la afición también nos ha ayudado en este crecimiento. En el masculino a veces no han acompañado los resultados, pero la afición siempre está ahí, todos los años crecemos y hay muchos abonados y uno de los objetivos de club es que la afición siempre esté enganchada y disfrute con sus equipos. Yo creo que saben todo lo que está haciendo el club para que ir a un partido sea cada vez una experiencia de más calidad para los aficionados y más aún cuando esté el Roig Arena. El aficionado es pasional, emocional, ir a un partido no es como ir al cine, unos días se van más contentos, otros más enfadados, pero al final se trata de que ofrezcamos experiencias buenas disfrutando del baloncesto, con nuestros altibajos.

De cara a este próximo salto al Roig Arena, al margen del gran equipo que ya hay y viendo que últimamente se han podido traer también a estrellas internacionales como Rebecca Allen primero y Alina Iagupova después, ¿hay margen para fichar a una nueva estrella mundial?

Una gran estrella, un gran foco de atracción, puede ser bueno, pero siempre hemos pensado en el equipo por encima de las individualidades. Efectivamente, Allen y Alina son grandes estrellas, pero en un equipo en el que están Ouviña, Casas, Torrens, etc, ya es un grupo en el que hay muchas jugadoras que enganchan. Hay que pensar que lo que nos ha dado buen resultado es tener un buen grupo, de jugadoras reconocibles, que además se integran en el proyecto. Cualquier tarde puedes ver por aquí a las jugadoras del primer equipo viendo entrenamientos en L’Alqueria, hablando con las niñas y los niños. Tenemos jugadoras y jugadores muy accesibles, que están con la afición y aunque a nadie le amarga un dulce, nuestra apuesta es hacer un gran grupo con muchos referentes.