El vestuario del Espanyol ha mostrado su indignación por la actuación arbitral durante el partido ante el Valencia en Mestalla (2-1), en el que el árbitro Del Cerro Grande señaló un polémico penalti en el minuto 88 que supuso la derrota y la expulsión de dos jugadores blanquiazules.

El central mexicano Héctor Moreno, autor del penalti y expulsado, ha criticado duramente la labor del colegiado: "Nos robaron, la pelota nunca me dio en la mano. No es justo que después de todo nos quitaran el punto que tanto esfuerzo nos estaba costando. Ahora el daño ya nos lo han hecho".

En la misma línea se ha expresado el otro expulsado del Espanyol, el delantero Sergio García. "No fue penalti, nos pitan muy fácil en contra. No se podía hablar con el árbitro, mejor estar callados. Le he dicho al delegado de recurrir, porque quiero ayudar al equipo la próxima jornada", ha comentado el ariete catalán.

El centrocampista Cristian Gómez, por su parte, ha apuntado que el penalti "fue un atraco a mano armada", mientras que el medio Víctor Sánchez lo ha calificado como "una falta de respeto hacia el Espanyol, una vergüenza". Desde hace varias semanas el equipo ha expresado su malestar por las decisiones arbitrales en su contra.

Además de esta polémica, el Espanyol vuelve a ser colista de Primera cinco jornadas después, ya que en la séptima también era el último con un balance de dos puntos de 21 posibles. La situación es crítica y la mejor racha de la temporada (dos empates y dos victorias entre las jornadas siete y diez) parece ya olvidada.

Los resultados ponen ahora los focos sobre el entrenador, cuya continuidad ya estaba a debate hace dos jornadas, después de perder ante Osasuna en Cornellá-El Prat (0-3). Todos los candidatos a la presidencia han mostrado su confianza en Pochettino, aunque él mismo reconoció que los técnicos siempre depende de los resultados.