Una vez se ha encomendado a Fernando Gómez la tarea de confeccionar la plantilla del próximo curso, la operación salida se convierte en una necesidad tanto deportiva como económica. El consejero deportivo tiene que aligerar un vestuario que cuenta con 37 futbolistas en nómina en estos momentos cuando queda menos de un mes para que arranque la pretemporada, y la realidad es que a excepción de Villa, Silva o Mata, el mandatario no ha recibido ninguna propuesta oficial por el resto. Que son muchos. Un problema mayúsculo después de que Unai Emery dejase claro que el próximo curso no quiere más de 22-23 jugadores a sus órdenes.

El club trabaja en varios nombres para reforzar su plantilla, pero para dejar entrar primero habrá que abrir la puerta de salida. Casi de emergencia por la realidad de la situación. La plantilla está sobredimensionada y Fernando se está encontrado con los problemas de siempre:contratos interminables y fichas prohibitivas para la mayoría de los clubes en los que podrían tener cabida. El plan de viabilidad pasa por reducir considerablemente el gasto derivado de las fichas de los futbolistas, pero la cruda realidad es que la operación salida vuelve a ser un rompecabezas una vez más.

Tras la marcha de Curro Torres y Morientes, que finalizan contrato el 30 de junio, el Valencia cuenta con una plantilla de 24 futbolistas, a los que hay que sumarle el regreso de los cedidos que la entidad tiene repartidos (11) y los fichajes para el nuevo curso como son los casos de Dealbert y Mathieu. En total 37. Llegado este punto, la mayoría tienen colgado el cartel de transferibles, pero casi todos están blindados con unos suculentos contratos a los que, como sucedió el verano pasado, no están dispuestos a renunciar para firmar a la baja por otros equipos.

El club no tiene viabilidad económica para ponerse a firmar rescisiones a diestro y siniestro, aunque hay tres casos concretos en los que sí se puede dar esta situación. Angulo y Edu tienen un año más de contrato, no cuentan y tienen las puertas abiertas, pero la única salida posible pasa por llegar a un acuerdo para finiquitar sus vinculaciones. Caso idéntico que Hugo Viana. Puede ser el tercer futbolista al que el Valencia esté dispuesto a dar la carta de libertad después de comprobar que esta temporada prefirió quedarse pese a que no ha jugado ni un minuto en liga. El problema, en el caso del portugués, los dos años que le quedan.

A excepción de estos casos puntuales, Fernando tendrá que encontrar acomodo en otros muchos futbolistas que no cuentan para Unai Emery y que el club ni puede ni quiere rescindir por lo que supondría traducido a euros. Teniendo en cuenta que la intención del responsable de la parcela deportiva es realizar alrededor de 7 contrataciones este verano para reforzar el equipo. Las caras nuevas llegarán en función de las salidas, y de los jugadores colocados en la puerta de salida, Moretti, Miguel, Joaquín y Zigic son los que más dinero pueden aportar a las arcas del club en caso de que llegue a fructificar algún acuerdo. El italiano puede ser el primero al contar con mercado en su país y por tratarse de un traspaso no muy elevado.

Los largos contratos y las elevadas fichas que hay en el vestuario blanquinegro obligarán a Fernando a seguir buscando cesiones como alternativa en algunos casos. El lateral izquierdo es la posición más saturada tras la llegada de Mathieu, y cabe tener en cuenta que Del Horno, uno de los que no cuenta pero cuya salida es difícil, tiene firmado por contrato un incremento salarial. En el centro del campo también existe una saturación importante, sobre todo en la posición creativa. El objetivo de Fernando es regenerar una plantilla vieja dando salida a futbolistas que no han convencido a lo largo del tiempo para dar entrada a los jóvenes que han dado la talla en sus cesiones, casos de Jordi Alba y Miku. Otra cosa es que pueda.