Àngel Dealbert y Pablo Hernández se han convertido en los primeros padrinos de la campaña ´Vine amb bus a Mestalla´, que ayer se presentó en la sede que la Agrupació de Penyes tiene en el estadio de la Avenida de Suecia, mediante la cual el Valencia pone a disposición de los aficionados blanquinegros autobuses en tres trayectos distintos con la finalidad que la gente de las ciudades más alejadas de la ciudad y en las que también se tiene mucha afición, tengan más facilidades para ir al estadio. Más allá del acto en sí, en el que tanto Pablo como Dealbert hicieron una valoración sobre esta iniciativa del club, la presencia de los dos jugadores castellonenses fue la primera visita oficial a la Agrupación de Peñas después del comunicado en el que se criticó su falta de implicación, coraje y dignidad, después de empatar a uno contra el Athletic.

Es cierto que los futbolistas han continuado asistiendo a los actos de las peñas, considerando que no todos los peñistas habían suscrito un comunicado que despertó las críticas de un sector de la afición, pero tal como se le informó a la Junta Directiva de la Agrupació de Penyes, la condición para que anoche hubiera dos miembros de la primera plantilla era que no se quedaran a la cena ni respondieran a las preguntas de los peñistas, como marca la rutina en cada cena pre-partido. Desde aquel escrito firmado tras caer en Leverkusen por 2-1, en el vestuario se llegó al acuerdo de mantener un poco las distancias con estos actos para mostrar su disconformidad, aunque eso no supone que si allí se presente un acto promocional del Valencia, se acojan a ello como excusa. Al final, los jugadores consideraron que no tenían razón con ese comunicado y prefieren que pase un poco el tiempo. La primera cena que debía realizarse tras esas críticas no se colocó finalmente en la agenda, alegando que la semana anterior ya hubo una. Tampoco se celebró la semana previa al partido contra el Real Madrid y ayer, Pablo y Dealbert —dos ejemplos de comportamiento— acudieron para promocionar la nueva iniciativa del club.

La Agrupació de Penyes, que preside Blas Madrigal, es consciente que se pasó de frenada y por ese motivo sacaron otro escrito a las pocas horas rebajando un poco el nivel de crítica tanto a los futbolistas como al cuerpo técnico, al que llegaron a descalificar. Los resultados del equipo están ahí, aunque la normalidad aún no ha regresado.