Aunque parezca que aquí no ha pasado nada y que se ha establecido un Patronato de transición, en realidad los actuales representantes del Consell ya tienen el control efectivo de la Fundación Valencia CF, lo que formalmente les da vía libre para tomar cualquier decisión trascendente para la sociedad sin oposición alguna. Es decir, pueden convocar una Junta General de Accionistas, destituir al actual Consejo y al presidente y nombrar otros, aprobar o no las cuentas anuales, vender activos patrimoniales y hasta la propiedad del 70 por ciento de las acciones, es decir, vender el club. Tienen todo ese poder después de haber transformado totalmente la estructura del Patronato, pasando de 46 miembros a solo 14, de los que la mayoría son además representantes de instituciones públicas. Y todo sin haber llegado a un acuerdo con Bankia ni haber desembolsado por el momento un euro.

El nuevo Patronato, como anunciaba SUPER, es provisional y de transición. ¿Hacia qué o hacia dónde? Eso está por ver. Mateo Castella, director general de deportes, asume como vicepresidente segundo de manera interina la presidencia de la Fundación, por la dimisión del hasta ahora presidente, Társilo Piles, y del vicepresidente primero, José Carlos de Miguel. A partir de ahora, según el propio Mateo Castella, «estamos negociando con Bankia y buscando compradores para las acciones». Respecto al primer objetivo, explicó que se están negociando «en conjunto todas las obligaciones que la Generalitat tiene con esta entidad bancaria y espero que todo se solucione de la manera más rápida y defendiendo los intereses de todos los valencianos. Como avalistas tomamos el control de la situación pero dentro del espíritu no está ser propietarios de un club de fútbol».

A la venta

Oficialmente, pues, el Valencia CF está en venta. El Consell ha forzado la dimisión de dos terceras partes de los patronos para crear este Patronato que ayer definíamos como ´rodillo´, y la idea pasa por encontrar una solución definitiva en dos o tres meses, tanto para la deuda con Bankia como la propiedad de las acciones. «Respecto a la venta de las acciones hay muchas opciones», explica el presidente en funciones de la Fundación, que asegura no haber perdido la esperanza de que esas acciones puedan acabar repartidas entre muchos valencianistas: «es posible recuperar el espíritu de que haya muchos propietarios, de abrir al máximo el club a la sociedad valenciana». Lamentablemente, ese espíritu tiene en contra la difícil coyuntura económica en que nos encontramos, por lo que si llega algún inversor capaz de inyectar dinero al club o para saldar la deuda con Bankia, la Generalitat tendrá muy complicado decirle que no aiunque ello suponga perder el control de una de las entidades más representativas de la comunidad a nivel internacional.

Las palabras de Císcar

La teoría de una venta más o menos inminente del Valencia CF se refuerza con las declaraciones que realizaba José Císcar tras el habitual pleno del Consell de los viernes. «Nuestra voluntad es que a medio plazo la Fundación tenga nuevos patronos, nuevo presidente y se dedique a las actividades habituales de una fundación deportiva», dijo, lo que invita a pensar que se refiere a una Fundación sin la carga ni la responsabilidad de ser propietaria del paquete de acciones que le da el control del Valencia CF.

Explicó también el viocepresidente de la Generalitat que no hay un interlocutor específico para la negociación con Bankia, aunque detrás de la presidencia interina de Mateo Castella está la figura de Joaquín Ríos Casanova, director general de industria. Mantiene en secreto la marcha de las negociaciones y el discurso de que el objetivo es no tener que hacer desembolso alguno: "Cuando se cierre el acuerdo con Bankia daremos detalles. Vamos incluso a tratar de no pagar los intereses, pero en ningún caso pagaremos el principal». Y si hubiera que hacerlo, «el objetivo sería vigilar los intereses de la Generalitat para que el dinero vuelva lo antes posible a las arcas públicas».

Los consejeros del Valencia CF votaron su dimisión y no asistieron

El Consejo del Administración del Valencia mantuvo una reunión a las 10:30 de la mañana en la que se votó la dimisión de los representantes del Valencia CF en la Fundación, a excepción de Manuel Llorente. La postura del Consell, que ha decidido forzar la salida de todos los patronos no institucionales para tener el control, no ha sentado nada bien a los consejeros, quede alguna manera se han sentido ninguneados. Finalmente, y para evitar que los cesaran en la misma reunión de ayer por la tarde, presentaron ayer su dimisión a través de un escrito que entregó Tomás Trénor, secretario del consejo, a Manuel Delgado, secretario del Patronato.

Después de los últimos acontecimientos, la cuerda que une al actual consejo de administración del Valencia está cada vez más tensa. Llorente es ahora el único representante en el Patronato, más allá de Ferran Giner que se mantiene como patrono por su condición de presidente de la Asociación de Futbolistas, no como consejero del Valencia. Solo también viajó el presidente a Vigo, a donde no le acompañó ningún consejero. La decisión de presentar la dimisión en el Patronato no se tomó por unanimidad, puesto que uno de los presentes votó en contra. Társilo Piles ya había anunciado su dimisión como presidente de la Fundación y desde ayer dejaron de ser patronos también José Antonio García Moreno, Vicente Gil, José García Roig y Vicente Andreu, lo mismo que el resto de patronos designados por el Valencia CF y los de libre designación a excepción de Antonio Puchades, un gesto que las autoridades han querido tener con lo que representa ´Tonico´ para el Valencia. La reunión del Patronato fue breve y con escasa asistencia.