Mestalla festejó la marcha de Éver Banega al Sevilla. «¡Banega vete ya, Banega vete ya!», cantaba la grada al darse cuenta de que no saltaba al césped. El club vendió al mediocentro argentino por 2,5 millones de euros. El Valencia y la entidad hispalense llegaron ayer por la tarde a un acuerdo para que el jugador se convierta en nuevo jugador del Sevilla y Éver ni siquiera fue presentado en Mestalla. El club se quita de encima así un jugador que no contaba en los planes deportivos de Nuno Espírito Santo y que ya había expresado públicamente su deseo de irse con Unai Emery.

El futbolista se negó desde principios de semana a formar parte de la presentación del Valencia. El club, por su parte, le comunicó su obligación de presentarlo y le dijo que la única forma de ´salvarse´ de la pitada era que el Sevilla abonara el dinero que pedían por él. Algo que sucedió ayer por la tarde y que salvó a Éver del mal trago. Jonas, Hélder Postiga y Jonathan Viera, por su parte, sí saltaron al césped. Éver se fue haciendo ruido hasta el último día. La pareja de Banega puso un tweet en las redes sociales mientras la plantilla, más el cuerpo técnico y directivos, visitaban la Basílica de Valencia en la que pedía que se derrumbara y les cayera a todos encima. «Se les va a caer la Iglesia encima. Que Dios les perdone las mierdas que hacen a los que no se las merecen», escribía. Desafortunado.