Nicolás Otamendi está que se sale. Su exhibición contra Madzjukic, Miranda y cualquier atlético que salía al paso o tenía la osadía de ir al salto o al choque con él dejó impresionado a todos. El argentino se ha ganado por méritos propios el cartel de mejor central de la Liga por delante de los Mathieu, Ramos, Godín, Pareja o el propio Miranda. Sin embargo, todavía ha conseguido algo más difícil. Mestalla jaleó todas sus demostraciones de fuerza durante el partido como si fueran goles. Algo que no sucedía desde los tiempos de Roberto Fabián Ayala. Con Nico pasó lo mismo que con el Ratón hace una década. Cada vez que iba arriba o al suelo Mestalla era una fiesta. Su agresividad y eficacia contagian. Nico percibió en el campo ese cariño desde dentro. Está agradecido y muy feliz. Llegó al Valencia tocado, sin Mundial y cansado de que le preguntaran por su fichaje, pero su esfuerzo y personalidad han tenido recompensa. Brilla en la Liga española, vuelve a la Albiceleste y, aunque clubes como el United empiezan a interesarse en él, se declara "muy feliz" en este hambriento y ambicioso Valencia de Nuno. Solo hay una meta en la cabeza de Otamendi. Lo confesaba a SUPER tras el partido. "Quiero poner al Valencia donde tiene que estar".

El Manchester ya ha puesto los ojos en el argentino y no será el último club europeo que se fije en Nico si mantiene este nivel. Lo bueno y tranquilizador para el valencianismo es que Otamendi también ve a este nuevo Valencia como un grande. "Desde primer momento que me decidí a venir acá no dudé que el Valencia es un grande, estoy muy feliz acá, solo pienso en el Valencia y en hacer las cosas de la mejor forma posible para poner al Valencia donde tiene que estar. Por suerte todo está saliendo como uno lo pensó". La clave de su éxito es su marcada personalidad. Él mismo lo reconoce. También el apoyo de una familia que luchó por su carrera deportiva y le enseñó lo que era sacrificarse en la vida. De ahí ha sacado la fortaleza que exhibe en el césped. "Tengo una personalidad que me ayuda, a veces hay que dar la vuelta a la hoja y empezar de nuevo y lo he conseguido. El apoyo de mi familia es la que me da fuerza para seguir luchando. Desde chico la he peleado siempre. La vida me ha enseñado que tengo que seguir de esta manera", se sinceraba.

Nico tiene tanta decisión en la vida como en el campo. Es una persona de ideas claras como el entrenador. Sabe cual es su tarea en el equipo, aunque reconoce que nunca lo tuvo tan fácil como en este solidario Valencia. "Trato de aportar confianza al equipo, intento ordenar las líneas, todas esas son mis funciones, pero la verdad es que teniendo a tantos jugadores con tantas ganas mi tarea se hace más fácil". Nico está perfectamente integrado en el vestuario y no solo con su "banda" de argentinos. Tiene el respeto de los compañeros, la confianza de Nuno y el cariño de la afición. "Noto el cariño de la gente, pero yo trato ir partido a partido. La afición para nosotros es muy importante, el campo se está convirtiendo en difícil para los rivales, pero nosotros tenemos que pensar en rendir en el campo".

Otamendi luce en su demarcación de central, pero se declara un jugador de equipo. El argentino admite que está disfrutando. Contra el Atlético todavía un poco más por la entidad del rival. Ganó sus duelos individuales a Mandzukic y Miranda aunque "lo que pasa en el partido se queda en la cancha" y encima marcó a balón parado. "Me mentalicé mucho porque sabía que era un partido para hacer las cosas de la mejor forma posible y gracias a Dios salió todo bien. La clave fue que entramos muy fuerte en el partido, sabíamos el tipo de rival que nos íbamos a enfrentar y el partido salió como lo pensábamos. Para mí es un orgullo estar arriba en una liga tan competitiva como esta, a uno le hace muy feliz".

Todo es felicidad en Otamendi. Hasta pudo dedicarle un gol a su amigo De Paul. "Me pasó con Rodrigo algo muy lindo. Él tenía una fe ciega de que yo iba a meter un gol y justo cuando se dio vine a abrazarlo a él". Su próxima alegría pasa por la Selección Argentina. Jugará a las órdenes del Tata Martino contra Brasil en un amistoso en China el 11 de octubre y tres días más tarde se medirá en Hong Kong con el equipo local "Estoy muy agradecido y con ganas de jugar con la selección. Tenía que hacer bien las cosas en Valencia para tener chance". Dicho y hecho. Otamendi se sale.