Nuno Espírito Santo levantó la moral del grupo. El técnico quiso reforzar la autoestima de sus jugadores después de la decepción deportiva, que no frustración, de la injusta derrota en el Camp Nou. Lo hizo este martes por la mañana en la vuelta a los entrenamientos. Sin tiempo que perder. Estuvo encima de ellos desde el primer minuto hasta el último de la sesión. No quiere que se preocupen. Ni que la derrota les saque del camino a seguir. El portugués dio la mano a todos sus jugadores, como hace cada vez después de días libres, y aprovechó la habitual charla inicial para lanzar un mensaje al vestuario. De espaldas a los medios de comunicación, pero muy de frente a sus jugadores: está muy orgulloso del equipo y está convencido de que el camino de Barcelona es la mejor garantía para alcanzar el objetivo de la temporada: la Champions League.

El técnico reunió a sus jugadores en el habitual corrillo previo a los entrenamientos para hablar con ellos. Habitualmente Nuno lo utiliza para dar instrucciones tácticas sobre la sesión de trabajo del día. Ayer quiso darle un poco más de contendido. El vestuario se ha quedado decepcionado deportivamente porque a pesar de haber hecho todo contra el Barça en la primera y segunda vuelta no ha sido capaz de ganarle en ninguna. Nuno enfocó su discurso en esa dirección. "Estoy muy orgulloso de vosotros", les dijo. El míster les recordó que en el mundo del fútbol pueden pasar estas cosas y recalcó que tenían que estar satisfechos por todo lo bueno que habían hecho contra el Barcelona. "Se han hecho las cosas bien contra el Barcelona, pero a veces el fútbol es así". El técnico invitó al grupo a seguir en la misma línea de fútbol concentración, predisposición al trabajo e intensidad para aspirar al objetivo de la Liga de Campeones. "Hay que seguir en la misma línea porque es la que nos va a llevar al objetivo de la temporada".

Así comenzó un entrenamiento en el que Nuno no quitó ojo a sus futbolistas. No había caras de felicidad, pero sí rostros de satisfacción por el trabajo bien hecho. Aunque no tuviera recompensa en Barcelona. El cuerpo técnico había conseguido su objetivo. Aún así Nuno no se relajó. "¡Dale, ánimo, gente!", gritaba a viva voz. El portugués quiso levantar la moral de sus jugadores y pasa eso también alzó su voz. Enérgico y, como ha sido la tónica de la temporada, comunicativo. Habló con Dani Parejo, Javi Fuego, Nicolás Otamendi, Paco Alcácer, Enzo Pérez y Antonio Barragán y no paró de dar alentar a sus jugadores durante los ejercicios. "¡Qué bien!", "¡Buenísima!", "Perfecto", "¡Esa es!", "¡Buen trabajo!". El técnico llegó a aplaudir la reacción de sus jugadores hasta en dos ocasiones. Era la señal inequívoca de que el equipo ha reaccionado, se ha quedado con lo bueno del Camp Nou y sus aspiraciones de Champions siguen intactas. No existen las derrotas útiles, de nada vale jugar bien como dijo el entrenador en sala de prensa, pero los indicios del primer entrenamiento de la semana es que el Valencia lo ha superado y ha salido fortalecido para las últimas seis jornadas de la Liga.

Ese es ahora el único pensamiento que pasa por la cabeza del vestuario del Valencia. El Camp Nou debe servir para aprender y hacerse más fuerte. El objetivo inmediato es ganar al Granada el próximo lunes en Mestalla, pero la idea a corto-largo plazo es llegar al Santiago Bernabéu con los nueve puntos de los partidos contra el propio Granada, el Rayo Vallecano y Eibar.