Marcelino García Toral respondió en la jornada de ayer a la propuesta del Valencia CF para asumir las riendas del equipo a partir del próximo día 30 de junio. Su contestación, de la que SUPER informó que se produciría en un plazo máximo de 24 horas, ha sido afirmativa. Marcelino quiere y el Valencia acepta sus condiciones económicas y deportivas. El entendimiento entre el técnico asturiano y el club de Mestalla es total, ambas partes coinciden en los principales aspectos de por dónde debe ir el proyecto, el acuerdo está muy próximo de concretarse hasta tal extremo, que según ha podido saber este diario solo falta la confirmación oficial, que por otra parte puede llegar de un momento a otro.

A diferencia de los últimos entrenadores, Marcelino no tendrá que viajar al otro lado del planeta para mirar directamente a los ojos de Lim, protocolo de actuación habitual: el viaje de Mateu Alemany y Alexanko de la pasada semana sirvió para que este obtuviese el beneplácito del propietario, por lo tanto, la contratación podría ser oficial en cuestión de horas, si bien en cualquier caso no sería presentado hasta que acabara la temporada. A la vuelta de Singapur el favorito para el banquillo estaba claro. La hoja de ruta no tenía pérdida. A pesar de que se sondearon otros candidatos como Quique Setién o Javi GraciaQuique SetiénJavi Gracia, todas las partes coincidían en la idoneidad de la figura de Marcelino para relanzar al Valencia después de dos temporadas de depresión, el técnico estaba avisado por si Lim daba luz verde a negociar y Mateu Alemany ha atado su llegada a lo largo de los últimos días con él y con su agente, Eugenio Botas.

Encuentro con Alemany

No ha sido una negociación especialmente complicada. Los parámetros económicos quedaron definidos en Singapur. La opción de volver a entrenar en un equipo con una historia dorada y con unas aspiraciones renovadas como el Valencia seducía a Marcelino desde un primer momento, si bien este quería conocer con exactitud cuál es la realidad interna del club y cómo van a tomarse las decisiones deportivas.

El técnico es partidario de realizar cambios en la plantilla y ahí tiene el respaldo de los principales ejecutivos del club. Quiere tener voz y voto en el proceso que hay pendiente para regenerar liderazgos y tejido competitivo que debe dar aire fresco a un vestuario que necesita un nuevo impulso. Falta por saber cuál va a ser el presupuesto del que va a disponer para rearmar al equipo, algo que marcará las posibilidades a la hora de acudir al mercado pero, por ejemplo, el asturiano es partidario de mantener a Dani Parejo en plantilla. Mientras el Valencia no tenga un sustituto de plenas garantías atado, su idea es firme y prefiere no desprenderse de él, consciente de que es el jugador que lleva la manija en el centro del campo y confiado en que sacará su mejor versión.

Setién, la otra cara

Su idea de la exigencia y del trabajo encajan a la perfección con el discurso que viene defendiendo Alemany desde su aterrizaje en el club hace algo más de un mes. El trabajo no se negocia con Marcelino y después de que Voro haya estabilizado la nave en el club confían esperanzados en que será él quien volverá a relanzar al equipo. Si todo llega a buen puerto el entrenador asturiano desembarcaría en Paterna próximamente con Rubén Uría, segundo, e Ismael Fernández, preparador físico. Con la contratación de Marcelino casi en su fase definitiva, la otra cara de la moneda en la carrera por el banquillo de Mestalla es para Quique Setién.

El actual técnico de la UD Las Palmas, que dijo en El Transistor que le "consta que el Valencia tenía interés" en ficharle, fue objeto de críticas ayer por parte del presidente del club canario, Miguel Ángel Ramírez: "Estamos desencantados por cómo nos ha despreciado. Le he dado todo, y no me lo aceptó. Me siento despreciado, pero nunca hablaré mal de él. Ha mirado por sus intereses, como mira un jugador por los suyo, los mira y se va. Yo sé que tenía ese acuerdo con el Valencia, aunque él me lo negó".