Un golazo de auténtivco lujo de José Luis Gayà se traduce en una nueva victoria del Valencia, que ha hecho pleno esta temporada con el Espanyol de Quique. Un amigo. Cedió los tres puntos en Mestalla mediado el mes de enero, quizé en el momento más delicado que ha atravesado el Valencia. Y también en Cornellà-El Prat salió victorioso en un choque entretenido y que deja un sabor agridulce, bueno por la victoria y no tanto porque mno sirve para mucho más que maquillar la clasificación, en la que estos tres puntos no le permiten ni alcanzar la décima plaza.
El primer partido del Valencia CF después del fichaje del nuevo entrenador no cumplió con una de las máximas de Marcelino. El equipo de Voro tuvo más posesión y el control del partido durante buena parte del mismo, pero el Espanyol más y mejores ocasiones de gol tanto en la primera como en la segunda mitad. Jaume no será el mejor portero del mundo, pero tiene duendes que le ayudan a defender la portería. En realidad, apenas tuvo que intervenir más que para sacar un par de balones, todpo lo demás fueron rechaces, despejes y balones fuera por la escasa puntería de los rivales. En el minuto 35 una buena muestra de ello, porque el Espanyol llegó a rematar hasta tres veces que salieron rechazadas sin que Jaume llegara a tocar la pelota.
Buena campaña de Quique en su primer año con el Espanyol, que salió con ganas de dar una última alegría a sus aficionados. Pronto se encontró, sin embargo, con serias dificultades para controlar el juego, porque el Valencia tomaba la iniciativa y generaba fútbol en campo contrario con mucha movilidad por parte de Nani y Rodrigo, flanqueando a Zaza. Fue precisamente Nani el que disfrutó de la mejor opción ante la portería de Diego López, al rematar cerca del poste un centro de Gayà. Antes, Gerard había puesto en apuros a Jaume y Marc Navarro perdonaba en un remate de cabeza claro que salió rozando el larguero.
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La segunda mitad comenzó con una buena opción para Zaza, que tampoco acertó a batir a Diego López. La dinámica era similar y el Valneciua, con Parejo y Medrán en la medular y sin un mediocentro defensivo posicional, tenía suficiente para contener al Espanyol. Incluso con el cambio durante el descanso de Garay por Santos, que estuvo expeditivo formando pareja con Mangala.
En un momento dado Voro varió su propuesta para dar entrada a Carlos Soler por un agagado Orellana, que fue de más a menos, y ahí el Valencia dio el estirón que le permitió ganar el partido. Un balón a Gayà, que se había quedado en posición de atracante, control acrobático y remate perfecto a la media vuelta para batir al palo largo al portero. Un gol de bella factura que dio además los tres puntos, porque con quince minutos todavía por delante el Valencia dio un paso atrás después de marcar que tampoco acertó a aprovechar el Espanyol pese a disponer de un par de ocasiones y muchos balones al área.
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