Justo antes de que abandonaran las instalaciones de Paterna en la mañana del lunes los futbolistas del Valencia CF recibieron de manos de Juan Monar, preparador físico, un dosier en el que se incluía una serie de pautas de alimentación que deberán cumplir a rajatabla durante los 41 días de vacaciones. Se trata de un manual de comportamiento, una especie de ´primera toma de contacto´ con el Valencia que se van a encontrar a la vuelta de la esquina, el de Marcelino García Toral.

El técnico asturiano, que conocería las instalaciones de Paterna por la tarde, ha querido dejar clara desde el principio una de sus máximas: cuando se trata del estado físico de sus jugadores solo concibe la excelencia. El técnico valencianista no negocia con ese aspecto, quiere que sus futbolistas estén finos como ciclistas porque entiende que ese es el camino para poder exprimir todo su potencial y a lo largo de su carrera ha diseñado la transformación física de muchos jugadores.

En el Racing, por ejemplo, logró que Duscher perdiera 9 kilogramos con respecto al peso que tenía el primer día de pretemporada. Estas pautas están inspiradas en las mismas que se entregaron desde los servicios médicos el verano pasado, un documento al que ha tenido acceso SUPER y que por su interés reproduce en estas páginas, si bien se puede decir que este año son todavía más estrictas en la medida en la que, a petición de Marcelino, se ha incluido una nueva consigna: los futbolistas del Valencia deberán regular este verano el consumo de hidratos de carbono y a medida que vaya aproximandose la vuelta al trabajo deberán reducirlo al mínimo. Y es que esa es una de las obsesiones del técnico valencianista.

Los hidratos de carbono son esenciales porque son la primera fuente de energía de la dieta, la gasolina diaria, algo a lo que no se debe renunciar nunca. Si bien, un consumo excesivo tiene como consecuencia directa un aumento en la masa muscular porque puede almacenarse en forma de grasa. Y eso es lo último que quiere Marcelino. El asturiano, que realizará dos controles de peso por semana y uno de grasa cada quince días, quiere que sus jugadores estén de lo más ágiles y explosivos. Por ello, en la dieta figuran indicaciones como "beber dos litros de agua diaria", "no picar entre comidas y realizar cuatro o cinco comidas al día", "aumentar el consumo de frutas y verduras", "evitar rebozados, fritos, postres de leche, dulces y bollería industrial" o, por supuesto, "evitar las bebidas alcohólicas en general como cubatas o gintonics para evitar la ingesta calórica y el riesgo de lesiones".

Los hidratos de carbono, en este sentido, deberán reducirse en vacaciones, limitándose el consumo a dos o tres días como mucho a la semana y siempre a mediodía: de este modo el jugador tendrá todo el día por delante para poder quemar la energía y no almacenarla en su organismo. Este nuevo ´enemigo´ de los jugadores del Valencia se encuentra en la pasta, el pan, arroz o los cereales.

Preparados para otra era

Los futbolistas no estarán parados durante las próximas semanas. Y es que el cuerpo técnico ha diseñado un plan de mantenimiento del estado físico para los jugadores en el que se incluyen series de carrera y todo tipo de estiramientos. Siguiendo la dieta y los ejercicios se espera que lleguen en un estado óptimo para comenzar en las mejores condiciones la era Marcelino.