La empresa Aizoon fue contratada por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que se encuentra ahora en pleno conflicto con varias Federaciones y la EuroligaEuroliga, para un proyecto de desarrollo del baloncesto 3x3 para los Juegos Olímpicos por 106.000 euros porque la sociedad era de Iñaki Urdangarin, aunque el duque de Palma no hizo nada para ese encargo y lo desarrollaron consultores. La FIBA contactó con un consultor que a su vez buscó a otros profesionales que pudieran ocuparse de las distintas partes del proyecto, desde la faceta técnica y deportiva a la de integración social, uno de ellos un trabajador de Aizoon, según ha relatado uno de los contratados en su declaración como testigo ante el tribunal que juzga el caso Nóos.

"La FIBA entiende que, en conjunto, la imagen de Aizoon como empresa, teniendo a una persona olímpica en su cabeza, es de mejor presentación, entonces el contrato global de la consultoría lo hace Aizoon", ha detallado en su declaración.

El consultor llevó a cabo el "benchmarking" (análisis de rendimiento) de este proyecto por el que la FIBA pagó en total 106.000 euros, y cobró entre el 8 y el 10 % de esa cantidad, según ha detallado. Ha añadido que esta modalidad deportiva siguió adelante, se desarrolló y en la actualidad "funciona perfectamente".

Cuando Urdangarin se fue a vivir a Estados Unidos, pidió a este consultor con quien tenía amistad, que uno de sus empleados en Aizoon tuviera una mesa en las oficinas de su consultoría donde pudiera trabajar para que no estuviera solo y así fue durante un tiempo, según ha relatado.

En un jucicio en el que también han declarado este miércoles Juan Bautista Soler y Vicente Soriano, exdirigentes del Valencia CFJuan Bautista SolerVicente SorianoValencia CF, otro testigo declaró que es responsable de una multinacional norteamericana que organizó tres eventos deportivos en Mallorca -exhibiciones de tenis en las que participaron Rafael Nadal, Carlos Moyà y Roger Federer- financiados por la Fundación Illesport mediante convenios de colaboración en los que la entidad pública debía asumir las pérdidas que se produjeran.

En este juicio en el que están acusados la infanta Cristina, su marido y otras 15 personas, a Urdangarin se le imputan, entre otros, delitos de presunto fraude a Hacienda por facturar y tributar ingresos personales a través de la empresa Aizoon.