La fábrica de Mantas Mora en Ontinyent está trabajando a destajo gracias a la mantaescola, el poncho adaptado para niños que busca solucionar los problemas de frío que conlleva la normativa frente al coronavirus en las aulas que ahora desarrollan sus clases con las ventanas abiertas.

La presentación del producto hace una semana despertó el interés de los medios de comunicación de todo el país. El resultado de esta viralización se ha notado en la fábrica: Mantas Mora ha recibido pedidos no solo de otras localidades de la Comunitat Valenciana, como las vecinas de el Palomar y Guadassèquies en la Vall d'Albaida u otras más lejanas Dénia o Gandia; también de todos los puntos de España, desde Cádiz hasta A Coruña. Ayer contabilizaban pedidos por alrededor de 20.000 unidades de la mantaescola, y más de un millar de llamadas desde la pasada semana.

La idea de la mantaescola surgió, según contaba el concejal Borrell, cuando visitaron una clase de un colegio de Ontinyent, que se estaba desarrollando en el gimnasio del centro. «Una alumna se había tapado con mantas los pies, por el frío. Ahí empezamos a pensar, y contactamos con Mantas Mora, que es la única fábrica especializada que queda en Ontinyent», relató. En la fábrica ya les rondaba en la mente una idea similar, y ambas entidades se dispusieron a trabajar conjuntamente. Dos semanas después de la primera reunión, y hechas unas modificaciones sobre el boceto inicial —más parecido a un poncho, según recordó Borrell—, la mantaescola de Ontinyent fue presentada.