No tengo ninguna intención de pinchar un globo, si es que alguno hay que va por las alturas embalado pensando que el Valencia CF ya está en la final de Copa y que será cuarto sí o sí y que la temporada que viene estará en la Liga de Campeones, es simplemente que me apetece mucho de decir lo que pienso que no siempre lo hago. Lo que quiero decir es que no siempre escribo todo lo que pienso pero siempre pienso todo lo que escribo, y lo que voy a escribir lo llevo pensando varios días. Antes de empezar me gustaría recordarles que fue mi neurona preguntona la primera que denunció que algo estaba desordenado en el vestuario del Valencia CF allá por los meses de septiembre y octubre.

Por si no lo saben, la neurona me ha salido vanidosa y si no le reconozco de vez en cuando algún éxito se me revela y me amenaza con que le gustan David Bisbal y David Furtamantes, y por ahí no paso. Y por puro chantaje musical me veo obligado a recordarles que también fue la neurona preguntona la primera en decirle al mundo que una de las claves del desorden en el vestuario del Valencia CF fue el fichaje de Batshuayi y sobre todo que jugara sin estar en forma y pasado de peso. Valga como prueba del acierto de la neurona preguntona y chantajista que, en ausencia en el mercado de un delantero que marque las diferencias y sea barato, se ha fichado a Sobrino que dará más o menos rendimiento que el belga, pero desde el punto de vista del perfil está en las antípodas de Batshuayi: sabe que viene de cuarto delantero y asume que tiene que trabajar mucho y acertar más para tener oportunidades. Y lo que es más importante, los otros delanteros también lo saben.

Rodrigo y Mina saben que el Valencia ha fichado un delantero para que ellos tengan descanso. Dicho con mala leche, para que el entrenador haga rotaciones sin meter la pata. Y eso es precisamente lo que no me gusta. O mejor dicho, lo que está empezando a no gustarme. Es como lo de Jaume y NetoEl brasileño tiene un dedo roto, -reconocido por el club en un comunicado de prensa-, y se empeña en jugar con una protección. Aplaudo a Neto por su actitud porque es lo que necesita todo equipo que quiera ser competitivo, futbolistas que lo dan todo para jugar y apuran lo que haga falta, pero llega un momento en que decide el entrenador. Si Neto dice que está para jugar, la decisión no es vinculante, la decisión de ponerlo con un dedo roto y una férula es del entrenador. Si Neto dice que no está para jugar, la decisión sí es vinculante, porque el entrenador no lo puede poner.

Por lo tanto, es Marcelino Y yo me pregunto, ¿para qué pones a Jaume en la Copa si no lo pones en Liga cuando el otro tiene un dedo roto? ¿Eso es darle confianza a Jaume de cara al partido con el Betis o de cara a una posible final? Eso en mi pueblo es todo lo contrario. Seré exagerado con el ánimo de que se entienda: Marcelino, no engañes al pueblo, si jugamos la final de Copa pon a Neto. Se te ve a un kilómetro. No confías en Jaume por mucho que lo digas cien veces en cada rueda de prensa. ¿Qué te hace pensar que Jaume se fiará más de lo que dices ante los periodistas que de las decisiones deportivas que tomas? Era el momento de reforzar a Jaume de cara a la Copa del Rey y en mi opinión, el entrenador ha hecho todo lo contrario. Y esto se parece demasiado a los casos de Ferran y Kang in. Trataré de ser exagerado otra vez con la intención de que se me entienda, aunque en el fondo no es tanta exageración.

El mensaje que le está enviando Marcelino al coreano es que haga lo que haga y por muy bien que juegue, jamás le quitará el puesto a Guedes, Cheryshev, Soler o GuedesCheryshevSanti Mina ¡Jamás! Haga lo que haga él y hagan lo que hagan Guedes, Cheryshev, Soler o Santi Mina. Sé perfectamente que es muy difícil que Kang in le quite el puesto a estos futbolistas, pero si el partido se ajusta más a las condiciones de Kang in y Marcelino pone a Mina o Guedes porque él es un canterano y los otros tienen más jerarquía, el mensaje que le da a Kang in es, «dedícate a entrenar y si se lesionan seis o siete, a lo mejor te pongo». Que es lo que le pasó a Ferran. En eso Marcelino es coherente, hace con Soler lo que hacía con Parejo, pero no tiene sentido que Soler jugara los 90 minutos ante la Real Sociedad a pesar de que se le veía a un kilómetro que estaba cascado físicamente y que Ferran no jugara un solo minuto. No me gusta que en el equipo se instaure la certeza de que unos juegan pase lo que pase, por mucho que con esa receta Marcelino haya recuperado a Parejo. Como yo lo veo, Soler y Ferran tienen que saber que si Soler está mal y Ferran entra por él y lo hace bien, Ferran le puede quitar el puesto a Soler. Y Kang in a Guedes, a Cheryshev o a Santi Mina. Sé que hay jugadores que se lesionan y cuando se recuperan vuelven a la titularidad porque les avala su trayectoria, pero con todo el respeto, no es el caso de ninguno en este Valencia CF. Marcelino, a ver si ahora vas a pecar por defecto...