A 'sugerencia' del ministro de Sanidad, las autoridades sanitarias de la Generalitat Valenciana decidieron que el partido del Valencia CF ante la Atalanta debía ser a puerta cerrada por el riesgo a que al estadio de Mestalla acudiera «una alta afluencia de público de equipos provenientes de zonas de riesgo» en coronavirus. Ahora el gobierno italiano ha decidido que los ciudadanos de la Lombardía -uno de los focos de infección del coronavirus en Italia- no pueden abandonar la Lombardía para evitar que se extienda el virus con más contagios. Tal vez convenga recordar a los políticos de turno que la Lombardía es una región de Italia en la que se encuentra Bérgamo que es la ciudad donde juega la Atalanta, y que Atalanta no es una zona, ciudad o región de Italia, el equipo es la Atalanta de Bérgamo, como el Celta es de Vigo. Atalanta fue una diosa griega y los celtas un pueblo indoeuropeo de la edad del hierro que se asentó en Galicia.

El tema es que la máxima bajo la que los políticos decretaron que el partido de este martes se jugase a puerta cerrada ya no se puede dar porque los aficionados de la Atalanta no pueden abandonar la Lombardía, pero el partido sigue siendo a puerta cerrada mientras el partido entre el Levante y el Granada se jugó en la ciudad de València pero no a puerta cerrada, como tampoco serán a puerta cerrada las corridas de toros durante la semana fallera. Por no hablar de las concentraciones de gente que con motivos de las fallas hay cada día hasta el 19 de marzo.

No me siento legitimado para decirle a ninguna autoridad sanitaria qué medidas ha de tomar en situaciones como la que nos ocupa con el coronavirus, pero es evidente que en alguno de los dos casos se está haciendo mal. O todos o ninguno. Y sea como sea, prefiero que se peque siempre por exceso antes que por defecto, pero por exceso o por defecto, ha de ser para todos igual. Por eso hay que aplaudir con fuerza a Dani Parejo. Vale que su discurso no es impoluto y que desde diferentes puntos de vista se puede criticar alguna que otra cosa, pero el fondo de lo que dice es incuestionable: O todos o ninguno. En ese sentido, que hasta la gubernamental agencia EFE le dé un palo -algo inusual en una agencia de noticias- es síntoma inequívoco de que el capitán del Valencia CF ha puesto el palo en el hormiguero.

Lo que ha dicho Parejo ha dolido en las altas instancias porque saben que se han quedado en fuera de juego y que Parejo los ha retratado. Es muy difícil evitar que en estos días de fallas una persona que procede de una zona con muchos contagiados por coronavirus acuda a un cine, teatro o restaurante de València, o a una mascletà o a la plaza de toros, pero lo que ya sabemos seguro es que ningún aficionado de la Lombardía saldrá estos días de allí para ir a Mestalla. Y lo que cierran es Mestalla... Mi no entender.

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