Joan Laporta, ex presidente del FC Barcelona y actual candidato a las elecciones a presidente del club catalán, sorprendió hace unos días con una acción de marketing osada pero inteligente. Colgó un enorme cartel en un edificio muy cercano al Santiago Bernabéu con su cara y un lema: «Ganas de volver a veros».

Tengo intención cero de defender a este hombre pero de fondo queda una idea clara: conoce el mundo del fútbol. Y sirve su ejemplo para poner de manifiesto una vez más pero de manera diferente que Meriton, o en este caso Peter Lim, no lo conoce.

Básicamente hablo de que, desde un punto de vista de marketing, lo que tiene que vender un club a sus aficionados es, en esencia, sentimiento. En el Valencia CF, Peter Lim y Anil Murthy llevan tiempo vendiendo capitalismo y lo digo de manera descriptiva, porque el capitalismo puede tener muchas pegas, infinitas, pero no ha de ser necesariamente malo.

Como sistema económico o político dicen que es el menos malo que los humanos hemos encontrado para vivir en sociedad, y me gusta como definición legítima para hacer lo que quiera. Y capitalista ha sido también la idea madre bajo la que han hecho la planificación de la temporada: han bajado mucho los ingresos -todos sabemos los motivos y no es necesario enumerarlos de nuevo- y por lo tanto tengo que bajar los gastos hasta nivelarlos con los ingresos para que dé cero. Y punto. Y a eso Anil lo llama gestión responsable en la Junta de Accionistas. Es una gestión responsable desde el punto de vista capitalista pero no desde el punto de vista de un equipo de fútbol y él preside el Valencia CF. Responsable es saber vender y reducir el gasto hasta llegar a los niveles de los ingresos y al mismo tiempo no desmantelar un equipo. Hacer un equipo de futbol con dinero no es fichar y fichar como si coleccionaras cromos -capitalimo- y hacer un equipo de fútbol sin dinero no es vender con el único afán de igualar gastos e ingresos -capitalismo también-. Alguien me ha dicho al leer esto que claro «Laporta necesita que le voten» y le he dicho, que ese es el problema, que Meriton cree que no necesita al aficionado. Pues eso, capitalismo.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.