Este miércoles está previsto que el presidente del club, Anil Murthy, vuele a Singapur junto al director general, Mateu Alemany, y al director deportivo, Pablo Longoria, a ver al jefe, Peter Lim. El máximo accionista de la sociedad que deberá vender jugadores por un importe de 45 millones de euros netos antes del 30 de junio para cuadrar las cuentas de la temporada recién terminada. Sin embargo, pese al tope de final de junio, ya avisó Alemany la pasada semana que el club no se ceñirá a esa fecha y sólo venderá cuando le compense a la entidad o cuando le interese.

Es normal que una vez cumplido el objetivo se empiece a hablar del proyecto de la próxima temporada y los periodistas hablemos de los posibles fichajes y de los posibles traspasos que el club tiene en mente. Lo que ocurre es que veo excesiva prisa en el entorno que nada tiene que ver con lo que piensan dentro del club los que toman las decisiones. Fuera veo prisas por vender, veo prisas por traer ofertas millonarias por muchos jugadores, se habla de millones y millones como si fueran naranjas, e incluso prisas por aceptar esas supuestas ofertas cuando en realidad dentro del club están relajados, disfrutando el gran balón de oxígeno que supone para la economía del club el haber entrado en Champions y estudiando la situación financiera para poder acudir al mercado y fichar más, a parte del gran esfuerzo que ya ha supuesto para el club el desembolso de 25 millones por el 'pulpo' Kondogbia.

El verano pasado fue un ejemplo de como se tiene que manejar el Valencia CF en el actual mercado para poder optar a los jugadores que le den ese salto de calidad que la plantilla necesita para competir el año que viene en todo lo que tendrá. Por desgracia, los de Mestalla han perdido casi todos los trenes del fútbol moderno porque no supieron aprovechar el tirón que tenía la entidad en 2004 cuando lo ganó casi todo y posteriormente han sido incapaces de estabilizar en Champions el equipo de manera regular. Y cuando se hizo había un presidente nefasto que sólo pensaba en vender jugadores y nunca en crecer. Ese lastre lo está pagando este Valencia y le obliga a esperar mucho en los mercados para llegar a determinados futbolistas.

Hablo desde la información cuando digo que Marcelino, ya de vacaciones merecidas, y Longoria, las dos personas que manejan la elección de los fichajes del club y que luego negocia Mateu, están emperrados en traer jugadores de nivel muy alto al Valencia CF. Los jugadores que están en la lista en los primeros puestos son jugadores que siendo realistas es casi imposible que se pongan la centenaria camiseta del club valencianista por temas económicos. Sin embargo, también parecía casi imposible tener el pasado verano a Kondogbia, Murillo, Paulista o Neto y todos terminaron cayendo.

Marcelino es consciente de las necesidades económicas pero a su vez es un entrenador extremadamente exigente a la hora de fichar y a estas alturas no tiene ninguna prisa por traer jugadores que no le terminen de convencer con tal de tener la plantilla hecha en julio. El técnico tiene muy claro que al equipo le hace falta más calidad para competir contra los grandes. Ese ha sido el punto débil de su Valencia CF esta temporada. Ha competido muy bien contra todos pero contra los grandes de La Liga no ha sido capaz de ganar y en la mayoría de ocasiones le ha faltado pegada. El club no tiene prisa por comprar, ni por vender. Sabe que el mercado va a ser largo y también sabe que las mejores ofertas siempre llegan con el tiempo. Sirve el ejemplo de Mustafi donde el Arsenal ofertó 20 millones en por él en julio para terminar pagando 41 el último día del mercado. Igual que Guedes en julio no salía de París y la última semana de agosto le abrieron la puerta. Esos ejemplos marcan el camino de lo que será el verano valencianista que, eso sí, tendrá una diferencia muy grande con el anterior. Ahora el Valencia tiene un bloque hecho, una plantilla armada a la que le hacen falta retoques que tienen muy claros cuales son en sus opciones A, B y C. El año pasado no había nada. Nada de nada. Ahora está la plantilla y Marcelino. Eso es mucho camino andado. Calma en el entorno que dentro también la hay.

Simone Zaza

Del mismo modo que el entrenador sabe lo que quiere fichar, también sabe lo que quiere sacar de la plantilla y entre esos nombres está el de Simone Zaza, por mucho que le enfade al propio jugador o una gran parte de la afición que ha empatizado con el futbolista por su carácter y su manera de defender la camiseta. Marcelino no quiere un vestuario dinamitado y no quiere que la bomba Zaza le termine explotando en las manos o más bien dentro del vestuario. Para el asturiano el delantero italiano era un jugador prescindible el pasado curso porque no es el estilo de delantero que le gusta pero se lo quedó para no devaluarlo. Ya en la jornada cuatro hubo un primer aviso de explosión con la suplencia del '9' en el estadio del Levante, pero por suerte para todos, también para el club porque el jugador se ha revalorizado mucho, al partido siguiente Marcelino le dio la titularidad después de un desplante y Zaza hizo un hat-trick. A partir de ahí, estuvo seis semanas seguidas marcando y completó la parte de la temporada que le ha revalorizado como delantero.

Después dejó de ver portería y Marcelino le dio menos minutos, pero siempre le dio minutos. No es cierto que haya dejado e jugar porque Zaza siempre ha aparecido en los partidos excepto en contadas ocasiones. El italiano nunca estuvo cómodo con ese rol de rotación y no entendió no jugarlo todo porque él piensa que se lo había ganado. La relación ha sido cordial porque el delantero se ha sabido contener pero el jugador ha terminado triste y por eso sonó a despedida su último partido en Mestalla, con gol incluido, porque sabe que el club le ha enseñado la puerta de salida.

La noticia de que el club ya se lo había comunicado la contamos la pasada semana en la radio y en SUPER contaron hace semanas que el jugador tenía opciones de ir al AC Milan. Ese es su destino preferido en Italia y así se lo ha hecho saber incluso a gente cercana a él en València. Ahora bien, ni el Milan es el único equipo que le quiere ni puede que sea el que mejor pague. Eso sí, si Zaza puede elegir, elegirá San Siro para jugar de rossonero.