La llegada de Lopetegui al Madrid conlleva el interés en Rodrigo por los blancos. 120 'kilos' es su cláusula de rescisión. ¿Los vale? Nadie los vale. Pero detecto en el grupo de WhatsApp de mi grupo de amigos del barrio la corriente de opinión del socio medio. Llevamos juntos desde nuestra infancia, nos hemos criado a las faldas de Mestalla, y la mayoría somos socios, así que son un buen reflejo de la opinión general. A ninguno de ellos le importaría que sucediera, si pagan lo que vale. Yo, en cambio, que era el mayor crítico del '19', sufrí este año una conversión, como San Pablo de Tarso en el camino de Damasco. Vi la luz y me di cuenta de que este tipo es el '9' más elástico que hemos tenido en años.

Sí pero no

¿Cuánto costaría encontrar a un jugador con ese nivel de clase y confianza? Como eso no ocurre a la primera, pónganse a sumar un par de fichajes que 'sí-pero-no', y ya nos hemos pasado de frenada. El jugador tiene 27 años. Si lo vendemos y fichamos a Aspas, nos encontramos con un jugador de 31, al lado de Gameiro (¡me niego a llamarle Kevin!), que viene por Zaza y tiene la misma edad. Que conste que a mí la edad en los delanteros y en los porteros me gusta, no me asusta. Pero a mucha gente, sí. E imaginemos que no aportan el nivel de Rodrigo este año. Tocaría mover fichas, de nuevo. Es decir, que estamos cambiando a dos tíos de 27 por dos de 31, para ver si dan mejor rendimiento que el óptimo que hemos tenido este año. Definitivamente, la ley Bosman nos volvió locos a todos.

No hacer

La edad en fútbol no es siempre mala. Sabe más el diablo por viejo, que por diablo. Mi equipo-banda de fútbol aún ganamos partidetes y les competimos a los chavales universitarios. Reconozco que, en los primeros compases de cada partido, vamos como pollos sin cabeza. Ellos corren que se las pelan, su nivel de toque es estratosférico porque se criaron cada uno con un balón en el pie, y no con un solo balón para todos los pies, como nosotros. Pero pasados un par de minutos, nos fajamos cada uno en su sitio, y como llevamos veinte años jugando juntos, lo hacemos de memoria. A veces, ganamos. Básicamente, en el fútbol el éxito consiste en no hacer lo que no sabes hacer. Algo difícil de aprender, que se lo leí a Cruyff hablando de las virtudes de Zamorano, y que nosotros aplicamos a rajatabla.

Juventud

El mérito de un futbolista es saber jugar a los 20 como jugaría a los 40 si el cuerpo le respetara el paso del tiempo, tras 20 años más de experiencia. A niveles profesionales, la edad pasa muy rápido, y enseguida se pierden facultades. Pero si administras sabiamente tu energía, puedes conseguirlo todo. Que se lo expliquen a Inglaterra, en su semifinal contra Croacia. Los ingleses tenían juventud, descaro, calidad, táctica y algo menos de técnica. Croacia tenía veteranía, cicatrices y calambres en las piernas. England arrolló a los croatas durante 82 minutos. Pero no fue suficiente. Los croatas sacaban cubos, chutaban desde lejos sin fe, pero aguantaron bien colocados. Al empatar, se hicieron dueños del espacio y del tiempo.

Veteranía

La juventud inglesa hizo creer a sus jugadores que ya estaban en la Final. No estaban preparados para el empate. Ni para resistir la embestida croata final. Una generación de niños víctimas de la guerra de los Balcanes, con una capacidad de resistencia anormal. Modric, con 32 'tacos', sacaba cubos, peleaba, corría de lado a lado, y cuando hacía un tackle para rebañar pelotas, encontraba a dos compañeros que le levantaban del suelo para poder seguir luchando. Luego, Mandzjukic (32) hizo el desmarque perfecto y le pilló la espalda a Stones (24), que se empanó medio segundo. A partir de ahí, la mente dio alas a los croatas, y hundió a los chiquillos. Tanto, que ante Bélgica aún estaban pensando en cómo se les había podido escapar esa final. Los de Hazard no tuvieron piedad, en un partido igualado.

Equilibrio

Luego, los croatas, con tres prórrogas seguidas, sucumbieron ante Francia. Jugaron mejor fútbol, tocaron mejor, más bonito, pero Francia tiene mucha artillería. Fueron rocas. Las líneas juntas, orden y concierto, contrataques de manual y gol. Francia tiene mucho gol, mucho. 4 goles con sólo el 39% de posesión. Y más equilibrio en la edad (26,4 de media frente a 27,5 de Croacia, 13 puestos por arriba). Lo dicho, veo el Mundial y no puedo evitar pensar en blanquinegre. ¿A quién queremos parecernos, y sobre todo, a quién podríamos? Para los que critican el estilo de ganar de Francia, habría que recordar que ese fútbol directo es el que Marcelino quiso practicar el año pasado. Pim, pam, pum, bocadillo de atún. Un estilo es tan lícito y digno como el tiqui-taca. Y, sobre todo, más fácil. Ahora hay que encontrar los hombres, la media de edad? y el gol.

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