El Valencia CF nos está dando el Centenario. Prometí en agosto no mencionar la palabra en vano, para no ser parte de la corriente que, consciente o inconscientemente, pudiera meter presión al entorno. Pero ha sido en vano, valga la redundancia. Da igual. Ya no queda nada, ni ilusión ni esperanza, más allá de no hundirnos en el lodo de tal manera que al final tengamos que estar mirando hacia abajo y contando los puntitos, como si fuéramos un prestamista contando céntimos. Marcelino cambió el sistema. Pero algo olía a podrido en Mendizorroza. Parecía casi blanco y en botella la alineación titular. Pero al meter a Paulista en el lateral derecho, y a PaulistaPiccini, para el lego en la materia. Cierto es que Paulista jugó en Sevilla el año pasado de lateral derecho, y ganamos, por cierto. En aquella época, SevillaRodrigo

Sistema

Pero visto el partido empezado, los profanos vimos la luz: salíamos con tres centrales. Un 3-5-2 ya lo usamos en la 14-15, contra el Eibar, salvo error u omisión. El sistema no nos parece mal a los que somos amantes del calcio y sabemos que no tenemos globetrotters en nuestras filas. Pero, a la postre, el partido fue más de lo mismo. El Valencia juega de tú a tú al equipo que sea, grande o pequeño, en una ruleta emocional que no permite saber en ningún momento quién se va a llevar el gato al agua. En un momento determinado, el Valencia hasta se adelanta, y todo. Todo se pone de cara, pero antes del descanso, en una pifia defensiva, todo se va al garete. A partir de ahí, a remar, como pollos sin cabeza, lo que los ingleses dicen box to box, de área en área. Y si te descuidas, caes por acciones a balón parado.

Rebote

El empate lo confecciona en gran medida Diakhaby, que no salta, o lo hace, pero con un estilo desgarbado, casi como de dibujo animado, dicho mal y pronto, o como si no tuviera los automatismos fijados, si lo quieres más ilustrado. Salta raro. Luego le rebota entre los pies, habilita al jugador, y no lo celebra porque no toca. Si la pones a cámara súper lenta, da para 'Videos de primera'. El disparo de Rodrigo a posteriori se fue lamiendo el palo, como ha pasado todo el año. Y el colmo del desconcierto es que el 2-1 llega en jugada fuera de tiempo, a través de un córner que el árbitro concede (lo típico que a nosotros no nos pitan), en jugada embarullada. Para colmo, a Neto le pasa por debajo de las piernas, circunstancia no reprochable por la corta distancia con respecto al rematador, pero estéticamente la jugada es de traca.Cambios

La segunda parte el equipo fue una caricatura. Marcelino, en vista del percal, hizo dos cambios en vez de tres, aunque esta vez es cierto que tampoco tenía tanto fondo de armario y cinco jugadores destacados de baja. Pero Gameiro, por ejemplo, quedó inédito. El primer cambio; Wass por Torres, lo hizo en el minuto 62, lo que supone un acontecimiento por anticipación. Generalmente apura hasta el 70, que es cuando hizo el segundo, el de Batshuayi por WassBatshuayiLato Que saliera antes el belga que el francés sólo puede deberse a cómo hayan entrenado esta semana. Porque si no, así es imposible que Gameiro pueda revertir la situación de la que le acusa el mismo entrenador. Como no meta goles por ciencia infusa... El belga protagonizó la única con peligro: el tropezón que clamamos como penalti light, de los que el VAR pitaría, pero en el patio del colegio jamás sería.

Helado

Poco había que decir en rueda de prensa. El suelo estaba helado, sí. Pero eso era para ambos equipos. Podrá esgrimirse que perjudicaba al equipo más técnico. Pero el fútbol nos está demostrando que el nivel técnico está presente en todos y cada uno de los equipos de Primera, y si nos apuran, el Valencia está demostrando con su clasificación no sólo su racha, su momento, sino su verdadero nivel futbolístico. Tras el partido, no entiendo por qué podemos esgrimir que el campo helado nos perjudicó más a unos que a otros. Aquí lo relevante es saber por qué el día que tenemos tres centrales, dejamos más espacios en el área pequeña. Y aunque cambiar de sistema no es lo ideal, a estas alturas del cuento no podemos pensar que eso nos ha debilitado.

Gijón

Mañana podemos quitarnos la espinita en Gijón. Tierra de fútbol y solera. Maravillosa ciudad, que este verano tuve la fortuna de disfrutar, y de donde jugó nuestro entrenador, asturiano al que sus paisanos adoran y admiran. Bien se encargaron de hablarme en las calles, entre sidra y cachopo, de las bondades de su agente en València. Nosotros no podemos decir lo mismo, porque Baraja no ha acabado su ciclo, lamentablemente. José Alberto López Méndez lleva poco más de un mes en el cargo, y lo mejor que podemos decir es que el equipo está sufriendo esta temporada, como nosotros. Será un partido con frío, viento y noche desapacible. Que salgan a calentar más pronto que tarde.

Más opiniones de colaboradores.