Un informe. Después de tres años de trabajo, de generar una estructura interna profesional como nunca antes la hubo en el Levante UD, de lograr todos y cada uno de los hitos deportivos marcados y de aguantar con paciencia estoica mediocres cuestionamientos de su labor y constantes zancadillas interesadas, al Sr. Tito, cual imberbe adolescente, se le pide que coja el lápiz y haga una redacción. Y cuidado con las faltas de ortografía...

Es la enésima falta de respeto de un Consejo y un presidente que deben revisar su concepto de los manidos valors. Porque el ninguneo al que se está sometiendo desde hace meses al actual director deportivo es infame.

¿Quieren tirarlo a la calle? Pues que se lo digan claro. Es sencillo. «Mira, Tito, gracias por los servicios prestados, pero este Consejo no confía en ti. Nunca lo ha hecho, como bien sabes. Y si te renovamos, vamos a estar constantemente ninguneando tus éxitos y aguardando cualquier error para lanzarte a los perros, así que mejor lo dejamos aquí».

Algo así, dicho a la cara, mirando a los ojos, sería al menos sincero. Pero ir de cara no es el estilo. Que se lo digan a Tito, que lleva meses enterándose por la prensa de las constantes excusas para aplazar una decisión clave no sólo para su futuro, sino desde luego para el devenir de una entidad que navega a la deriva en los planos ético y moral.

Súmmum del absurdo

Porque no deja de ser cuando menos curioso que en este Levante en el que se le mide hasta si aparca pisando la línea a quien cumple con seriedad y honradez su labor, se proteja sobremanera a quien traiciona con saña el escudo y se inicie un proceso de beatificación vergonzante de, en el mejor de los casos, tu peor profesional. Hablo, obviamente, de Jason Remeseiro y Toño. En el caso del primero, la (clásica en esta directiva) aplicación del modelo Rajoy -apertura de paraguas mientras jarrea, la dejamos caer y ya veremos luego qué hacemos- ha derivado en un marrón de proporciones considerables para el santo y seña de este grupo, para tu puñetero Ferguson si entre todos somos capaces de gestionar con un mínimo de inteligencia las crisis.A la espalda de Paco

Lo disfrazan de darle poder a Paco López en su parcela, pero la realidad es que están cargando al técnico con todo el desgaste de cualquier decisión que tome, de enorme dificultad y utópico equilibrio de cara a dos pilares fundamentales del proyecto: la grada y el vestuario. Y eso, se quiera ver o no, es un error. Y grave.

Contrariamente a lo que está haciendo, la obligación de cualquier dirección que se precie es proteger y ayudar a sus principales activos, y Tito, y por supuesto Paco López, lo son. López, de hecho, no sólo es uno de los mejores entrenadores de España, capaz de convertir a un Levante futbolísticamente mediocre en un equipo que acumula más de 100 minutos de auténtica exhibición en los tres últimos partidos -¿cuándo hemos visto al Levante a este nivel?-, sino que además es la solución a esa carencia de iconos que sufre el levantinismo desde hace años.

Pocas cosas se me ocurren más absurdas que este incomprensible doble rasero. Los nuestros son los 20.000 que pueblan la grada cada partido, no Tebas. Nuestros profesionales, no Toño. Nuestros iconos, no Remeseiro. ¿De verdad no nos damos cuenta de que estamos confundiendo al enemigo? ¿En serio nadie en la superpoblada estructura de este Levante UD es capaz de aportar sentido común, que nada tiene que ver con la cobarde dejación de funciones, en momentos de necesidad?

El poder conlleva la obligación de asumir la responsabilidad en tiempos de duda, y en este Levante se mira demasiado para otro lado cuando sube la marea. Quico, el timón se tambalea, haz el favor de coger el toro por los cuernos. Sé responsable. Y, por encima de todo, sé justo.

* Sin Tregua, además de radiar todos los partidos en competición oficial que disputa el Levante UD, se emite en directo en la 97.7 Radio Levante de lunes a jueves de 20:00 a 21:00 y de 23:00 a 00:00 en redifusión.

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