Nuestro enemigo no es el Valencia CF, la ciudad tiene todavía un nicho de mercado enorme por explotar». Esta frase, salida de la boca, hace unos días, de uno de los profesionales más competentes que integran la estructura del Levante UD, no es baladí. En primer lugar porque, más allá de que pueda ser o no compartida en mayor o menor medida, denota un planteamiento de club, y eso explica una actitud general de no beligerancia más allá de lo deportivamente inevitable que, en mi opinión, es saludable para el futuro. La confrontación desgasta, y mengua recursos -económicos, temporales y anímicos- para lo que, al final, más importa: hacer camino al andar.

Casi 600.000 más

El argumento que sostiene la afirmación inicial es una comparativa de base demográfica entre las dos ciudades más importantes de España polarización Madrid-Barcelona al margen. A nivel municipal, València supera en más de 100.000 habitantes a Sevilla (791.413 por 688.711 según últimos datos oficiales del INE), y ampliando la valoración al ámbito provincial, la distancia se dispara a casi 600.000 personas (2,5 millones frente a 1,9, grosso modo).

La pregunta es, ¿cómo puede ser que, disponiendo València de una masa poblacional sensiblemente superior, la suma de las asistencias medias de la presente temporada a Mestalla (39.308 espectadores) y el Ciutat (20.138; datos de Palco23 sobre las 25 primeras jornadas de Liga) sea casi un 30% inferior (59.446 aficionados por 83.738) a la combinación del Villamarín (46.917) y el Pizjuán (36.821)?

Todo ello teniendo en cuenta, además, que ambos clubes atravesamos un buen momento deportivo -el Valencia acumulando victorias y con la final de Copa en el horizonte el año de su centenario; y el Levante paseando con solvencia por la élite con el fútbol más atractivo de su historia- y que, en el Ciutat, no lo olvidemos, vamos camino de la tercera temporada de pase gratuito para los más fieles, que venimos siendo la mitad de los habitualmente presentes.

¿Nos gusta menos el fútbol a los valencianos que a los sevillanos? ¿Será así por más que afecte a nuestro humano ego? ¿Tendrán los tópicos de pasión andaluza vs meninfotisme valencià base científica?

Sea ello cierto o no, lo indiscutible es que un 75% de los habitantes de València ciudad y casi un 98% de los de la provincia viven hoy en día alejados de los estadios de Primera División de la misma. Teniendo en cuenta el incuestionable impacto social del deporte rey en España estamos, ciertamente, ante un nicho de mercado escandalosamente evidente.

Así las cosas, es obvio que uno de los principales retos a los que se enfrenta el Levante UD en la próxima década es la conquista de los corazones. Necesitamos más granotas que sientan el escudo del decano valenciano como propio.

Nos hacen falta en las calles y los colegios, a lo que sin duda ayudarán dos aciertos estructurales históricos como la creación de la Ciudad Deportiva del Levante UD en Nazaret y la permanencia del estadio en su actual ubicación (los traslados constantes merman la masa social; para ejemplo, el Espanyol con Sarrià, Montjuic y Cornellà, al que asiste una media de 18.930 espectadores para ver en directo a un club con 84 temporadas en Primera, las mismas que el Valencia, 9 más que el Sevilla y 31 más que el Betis).La pasión de la prensa

Nos hacen falta también en los medios, donde servidor ha visto con sana envidia cómo muchos compañeros han levantado con su sentimiento la celebración del centenario de una entidad económicamente muy tocada y en manos de un tipo de Singapur. Los medios somos la correa de transmisión, para bien o para mal, de la empatía hacia un determinado acontecimiento, partido político o club deportivo. Y tratarnos con despectiva condescendencia, como un mal necesario, es un error de una torpeza supina.

La permanencia en Primera y, por supuesto, la apertura accionarial de un club que, recordemos, sigue teniendo pendiente una democratización accionarial legítima y necesaria, son otras dos claves fundamentales para alcanzar un objetivo factible, verdaderamente a nuestro alcance. Porque que nadie se confunda, Sevilla tiene un color especial... pero como València, no hay nada en el mundo.

* Sin Tregua, además de radiar todos los partidos en competición oficial que disputa el Levante UD, se emite en directo en la 97.7 Radio Levante de lunes a jueves de 20:00 a 21:00 y de 23:00 a 00:00 en redifusión.

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